Sus estudios musicales iniciaron a la edad de ocho años, en la escuela provincial de música; después continuó su carrera tomando clases con docentes particulares de guitarra y de canto, ya que la escuela de Rosario (su ciudad natal) tiene una formación clásica y Torres ya quería tocar sus canciones, componer y tener presentaciones en vivo, por ello comenzó a buscar a docentes que lo pudieran ayudar y guiar en ese camino de la música.
En entrevista exclusiva para La Unión de Morelos, Ismael compartió que su formación musical comenzó muy temprano debido a que proviene de una familia de músicos. “En la casa siempre hubo instrumentos como el piano, la guitarra, la flauta, etcétera”, mencionó.
El gusto por la música comenzó como un juego. Ismael tocaba el piano o la guitarra para jugar a tocar canciones o aprender a crear las melodías; siempre se tomaba el espacio y el momento para jugar creando.
No obstante, a la edad de 15 años, Torres comenzó la carrera profesional acompañando a otros artistas y componiendo sus propias canciones. Comentó que fue algo muy sencillo de continuar porque su proceso creativo inició desde muy chico, entonces el hecho de agarrar un instrumento y componer fue como una necesidad de impulso que surgió.
En el año 2000 realizó su primera presentación, en El Altillo, ubicado en la ciudad de Rosario, donde compartió escenario con uno de sus compañeros que toca guitarra.
Esta situación permitió que a los 16 años de edad –en el 2003– grabara su primer disco, "Ciudad Manantial", el cual contiene temas de su autoría, así como de artistas como Fito Páez. El género es de trova rosarina.
Los géneros que interpreta Ismael son el folk y el rock argentino. Además, reconoce que “aunque la trova rosarina ha tomado un poco de la trova cubana y la latinoamericana, para mí es una influencia muy grande. Y particularmente siempre me atrajo mucho la música de África, el jazz, funk y soul; escucho muchos artistas brasileños como Jorge Vercilio, Ed Motta, Djavan y, desde luego, artistas argentinos como Charly García, Fito Páez, Pedro Aznar, entre otros artistas que componen de lo rítmico y después lo armónico”.
Lo que Ismael Torres trata de transmitir a su público es el valor que tienen las pequeñas historias cotidianas, qué es lo que se esconde detrás de las tradiciones y la cultura.
“Creo que Latinoamérica le tiene que decir mucho al mundo, no sólo culturalmente sino civilizatoriamente también, y a traves de historias poder contar la profundidad que tiene lo que uno vive día en día, ya que de ahí se desprenden historias de amor e historias dolorosas, pero siempre desde una mirada diferente: no sólo basarme en mis historias, sino en las de los demás, encarnar en papel las historias que estoy escribiendo y poder tratar de hacer un aprendizaje de qué es lo que viviría esa persona en su cotidianidad, tanto del pasado como el presente”, agregó.
Respecto a sus presentaciones fuera de Argentina, Ismael Torres dio a conocer que hace cinco meses realizó una gira por Cuba, en donde grabó el disco "Vivo en Cuba" después de 14 conciertos en toda la isla.
Junto con otros músicos, fue invitado a ese país por medio del Centro Cultural “Pablo de la Torriente Brau” de La Habana.
Siempre trabaja en equipo, junto con otros músicos; en el año 2006 realizó su segundo disco, “Tres Canciones”, un DVD en vivo en 2010 y su cuarto disco, "Movimiento", fue lanzado en el año 2013.
“Creo que el desafío de los músicos es poder transmitir belleza desde la adversidad. Hay una historia muy linda y muy conocida donde se dice que los pájaros en la selva tienen esa doble misión. Por un lado, con su canto, poder hacer más duradera la vida y más hermosa. Pero, por otro lado, advertir de los peligros: cuando algún mal se presenta, los pájaros son los primeros en notarlo”, dijo.
Torres se siente privilegiado de tener la oportunidad de que sus letras, su voz y su música puedan trascender fronteras; considera que la responsabilidad es algo para aprovechar y sobre todo transmitir con las verdades que son adversas, pero también transmitir un mensaje de optimismo y de cambio.
Además de dedicarse a la música, el cantautor tiene gusto por la arquitectura. En este sentido, señaló que “he estudiado esa carrera, ya que me surgió la facilidad para crear y componer, poder generar espacios como viviendas, museos, hoteles, etcétera... Tiene mucho de la composición: imaginar algo que no existe y que próximamente va a estar. Desde chico tuve esa inquietud de querer transitarla algo y siempre digo que mi oficio es la música, pero mi 'hobby' es la arquitectura”.
Realizó sus estudios en la Universidad Nacional de Rosario en Argentina. En el año 2011 terminó la licenciatura mencionada y comentó que esta profesión es una herramienta más, incluso para pensar, ya que la arquitectura tiene mucho de humanismo, de entender cómo funcionan las ciudades, cómo se conectan los tejidos y cómo las ciudades pueden tener una mirada abierta para poder mejorar.
"Estoy muy atento cuando viajo, observo los espacios de construcción y trabajo mucho lo que es la meditación y la ayuda social, sobre todo en barrios muy carecidos en Argentina, donde también, con otras personas, trato de conectarme y de aprender para poder ayudar a mejorar las condiciones de la sociedad en la que viven muchos”, refirió.
A propósito de su presencia en nuestro país, el cantautor destacó que venir a México es un objetivo “muy fuerte”, ya que el año pasado estuvo aquí y “me quedé con mucha energía y ganas de volver y sobre todo de conocer también; me parece que eso es lo más lindo que tiene la música. Uno viene a ofrecer sus canciones, pero también a conectase con la música de la tradición de otros países. Me parece que México en ese sentido tiene mucho para aportar y espero poder aprender en estos meses mucho de este país”.
Para finalizar, Torres invita a los lectores para que lo visiten a través de su página web ismaeltorres.com.ar, donde podrán encontrar parte de su discografía y las fechas de sus próximas presentaciones. En redes sociales lo pueden encontrar en Facebook como Ismael Torres y en Twitter como @IsTorresMusica.