Lo anterior, fue dado a conocer en el congreso convocado por las autoridades del sector este jueves, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental que se conmemora este 10 de octubre.
La directora de los Servicios de Salud de Morelos, Ángela Patricia Mora González, dio a conocer que de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud federal, uno de cada cinco mexicanos en nuestro país ha padecido en su vida algún trastorno mental.
Indicó que tan sólo en Morelos en el 2014 se otorgaron 55 mil consultas en esta materia y en lo que va del presente año ya suman 33 mil. Dijo que aproximadamente el 1% de los pacientes atendidos requieren de internamiento hospitalario, por lo que son canalizados a hospitales de la Ciudad de México.
Al ser cuestionada sobre la carencia de instituciones de hospitalización psiquiátrica en Morelos, la funcionaria argumentó que el modelo de atención ha cambiado y cada vez son menos los hospitales de confinamiento en los que muchas veces los pacientes son olvidados o abandonados por sus familiares. Se busca que los enfermos sean atendidos por especialistas, pero se mantengan en el seno familiar y el reto –apuntó- es atender también a los familiares que de manera indirecta tienen algún impacto y que requieren de orientación en el manejo del paciente con trastorno mental.
Indicó que el estado se conformó una red con 68 núcleos, es decir centros de salud con un médico general capacitado, 16 módulos que son centros de salud con psicólogo clínico, tres centros especializados de atención médica de salud mental multidisciplinaria, ambulatoria y comunitaria, ubicados en Cuautla, Zacatepec y Xochitepec; y siete servicios de psiquiatría en los hospitales.
Los padecimientos más frecuentes en las unidades de Morelos son la depresión y la ansiedad, por ello se lanzó una campaña de sensibilización sobre esos trastornos, para que las personas sepan identificarlos y acudan a las unidades de atención.
A decir de la funcionaria, antes no se tenía atención médica como ahora y por lo tanto tampoco registro, de tal manera que tampoco las autoridades precisan si hubo un repunte en la incidencia de afecciones mentales con relación a años anteriores al 2014.