Dos años después de este suceso, en 1876, se fundó el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), que en la actualidad cuenta con dos sedes: Ensenada, Baja California, y Tonantzintla, Puebla, las cuales ofrecen a los investigadores nacionales e internacionales la oportunidad de realizar observaciones especializadas.
En 1951, el OAN fue trasladado a Puebla proveniente de Tacubaya (Ciudad de México); esto debido a que las condiciones meteorológicas en la capital del país ya no eran aceptables para el trabajo astronómico observacional que se realizaba, de acuerdo con información del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Este recinto aún alberga el histórico telescopio Carta del Cielo, además de múltiples instrumentos de investigación, desde telescopios de 10 y 11 pulgadas de apertura, hasta uno de un metro montado en un edificio con una cúpula, entre otros.
En busca de los próximos astrónomos mexicanos
El OAN, órgano de investigación perteneciente a la UNAM, organiza y desarrolla una serie de actividades para incentivar a los estudiantes o aficionados al campo de la astronomía.
Por ejemplo el reciente Taller de procesamiento de imágenes: de células a estrellas, proyecto con en el cual se planteó el intercambio de ideas entre alumnos de astronomía y ciencias genómicas, a través de las técnicas de procesamiento de imágenes que son realizadas en los dos ámbitos.
También el Taller de astronomía computacional, cuyo objetivo fue otorgar las bases de programación en lenguaje python y el conocimiento necesario en métodos numéricos para ser aplicado a problemas astronómicos, específicamente relacionados con estrellas variables.
Además, el Taller de radioastronomía y astronomía básica, que fue pensado y dirigido a los estudiantes interesados en esta ciencia, en conjunto con el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).
“La demanda nacional de jóvenes alumnos de licenciatura que están buscando especializarse en el área de astronomía es muy alta. Las escuelas que existen en el país no se dan abasto; Ensenada, Morelia y Guanajuato no son suficientes, por lo que se propuso hacer una escuela corta para los jóvenes que no obtuvieron un lugar en estas otras”, afirmó Arturo Rentería Lartundo, quien forma parte del equipo de investigación del OAN Tonantzintla y es estudiante de la Licenciatura en Física en la Facultad de Ciencias de la UNAM.
Por otro lado, el OAN permite la posibilidad de realizar observaciones que estarán arbitradas por la Comisión de Asignación de Tiempo de Telescopio (CATT). “La solicitud de tiempo de telescopio está abierta a cualquier interesado en incursionar en la astronomía, pero para obtener el permiso se debe demostrar que se cuenta con el conocimiento necesario para operar los telescopios y la presentación de un proyecto viable de investigación para realizar en el observatorio”, comentó el jefe del OAN, José Hermenegildo Peña Saint-Martin.
Astronomía para todos
En el OAN de Tonantzintla se busca cumplir con tres objetivos: realizar investigación, docencia y difusión cultural. Para ello, se incentiva la realización de eventos que atraigan a los jóvenes de licenciaturas afines, para profesionalizarse en esta área y así forjar futuros investigadores.
Debido a esto se creó la Escuela Latinoamericana de Astronomía Observacional (Esaobela), la cual fue inaugurada en 2008 bajo el nombre de Curso de Astronomía Observacional para Estudiantes de Centro América (Caoeca), y busca otorgar acceso a estudiantes de Latinoamérica a la astronomía observacional profesional.
Peña Saint-Martin añadió que Esaobela ha sido visitada por estudiantes de todos los países centroamericanos, además de Colombia. En apoyo a los mismos, el INAOE y el OAN cubren todos los gastos de los elegidos para asistir.
En cuestiones de difusión, este lugar combina la astronomía con diversas áreas, dado que participa como sede foránea del evento Noche de las Estrellas, que en 2014 logró reunir a aproximadamente 2 mil personas. También colabora con el INAOE en la realización de la Feria Internacional de Lectura, realizada en Tonantzintla, Puebla; además, el OAN organiza recorridos en las instalaciones para dar a conocer el trabajo que hace.
También recibe a grupos universitarios o sociedades interesadas de manera no profesional en cuestiones astronómicas. Todos estos esfuerzos son realizados en favor de esta ciencia en México, para continuar con la tradición que la astronomía tiene en nuestro país.
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