El secretario general del Comité Seccional, Luis Manuel Rodríguez Olvera, expuso que efectivamente las instalaciones educativas requieren de un continuo mantenimiento, debido al “uso rudo” que tienen al dar servicio en algunos casos a más de mil estudiantes diariamente.
Aunque no precisó cuántas de las más de mil 700 escuelas presentan necesidades inmediatas de mantenimiento, el representante sindical dijo que es necesario que desde este momento se trabaje en detectar los casos donde es apremiante hacer trabajos de esta naturaleza, pues ya ha comenzado la temporada de lluvias, que es cuando surgen muchas fallas que tienen los edificios.
Recordó que de acuerdo con las estimaciones del SNTE se requeriría cerca de 200 millones de pesos para poner todos los inmuebles escolares en buenas condiciones, lo que implica revisar edificios que son muy antiguos, tantos en estructura de construcción como instalaciones, por ejemplo eléctricas cuyos daños se reflejan en afectación de equipos de cómputo, además de la hidráulica que incluye baños y drenajes, además de las aulas que aún no han sido construidas en condiciones dignas.
Rodríguez Olvera admitió que no hay seguro que cubra los posibles daños a los bienes de los trabajadores, como sucedió el año pasado cuando en plena temporada de lluvias se cayó una barda y dañó al menos 6 vehículos de maestros. En esa ocasión, “desafortunadamente” los daños no se cubrieron con el seguro que existe en el sector educativo, pues ése sólo cubre los daños en los bienes del sistema educativo. En este asunto sólo los profesores que tenían asegurado su vehículo pudieron recuperar parte del costo de daños.
Informó que como trabajadores tienen un seguro institucional que paga el gobierno como trabajadores, que es el que les cubriría en casos como el ya referido.