Luego de que un grupo de niños se manifestó en el Congreso y ofreció a los diputados sus modestos ahorros para la adquisición e instalación de una Cámara de Gesell en por lo menos una de las salas de juicios orales, el legislador elaboró una iniciativa de reforma a los artículos 121, fracción XXI, y 343 del Código de Procedimientos Penales.
Con esta reforma se pretende establecer explícitamente el derecho de la víctima u ofendido a no ser confrontado de manera directa con su agresor, con la finalidad de evitar su revictimización, salvaguardando su integridad física y psicológica, mediante la utilización de la Cámara de Gesell, en los casos en que los afectados o declarantes sean menores de edad, cuando se trate de delitos sexuales, contra la libertad, secuestro y delincuencia organizada, o los casos en los que el juzgador considere necesaria la protección.
La dirigente del Centro de Derechos Humanos “Digna Ochoa”, Susana Díaz Pineda, llamó a los diputados de todas las fracciones a aprobar estas modificaciones a la legislación penal antes de que concluya el periodo de sesiones, porque es un tema que urge tratar para salvaguardar la integridad física y moral, principalmente de niños y niñas que han sido víctimas del delito.
Indicó que ante el ejemplo y exigencia de un grupo de niños de la comunidad de Alpuyeca, que el 3 de junio pasado dieron a los diputados sus ahorros para la compra de la Cámara de Gesell, el Tribunal Superior de Justicia ha tomado provisiones para evitar los careos entre víctimas y victimarios.
Sin embargo, dijo, es necesario que haya un marco legal que proteja a las víctimas y que no sólo se obligue el uso de la Cámara de Gesell, sino que las instituciones dispongan de los presupuestos para instalar y usar este tipo de herramientas durante los juicios orales.