“Se trata de una lamentable pérdida para el pensamiento, las letras y la libertad de expresión en México. En Carlos Monsiváis reconocemos a un mexicano ejemplar que con sus comentarios, sus artículos, sus ensayos y libros publicados, siempre estuvo presente en los momentos importantes de esta nación”, expresó Adame Castillo.
El autor de obras literías como “Amor perdido” (1977), “Días de guardar” (1971) y “Escenas de pudor y liviandad” (1988), entre otras, falleció este sábado después del mediodía, en el área de terapia intensiva del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán", en la Ciudad de México, por insuficiencia respiratoria.
Marco Adame recordó que en diciembre de 2009, Carlos Monsiváis Aceves, nacido en el Distrito Federal el 4 de mayo de 1938, pasó algunas semanas en el estado de Morelos, donde además de pasar unos días de descanso, escribió algunas notas sobre la entidad para el libro “Breve Historia del Estado de Morelos”, de Alicia Hernández Chávez.
El texto que contiene algunos de los momentos más importantes de nuestro estado, fue editado por el Gobierno de Morelos, el Fondo de Cultura Económica, El Colegio de México y el Fideicomiso Historia de las Américas.
“Cuernavaca es hospitalaria con los viajeros, pero mantiene su perfil muy propio, acentuado con la modernización y con la insistencia de ya no ser o ya no dejarse considerar un suburbio de la Ciudad de México. Tiene una vida cultural muy significativa, industria, comercio, política a raudales”, escribió Monsiváis en la última de sus notas.
En busca de la tranquilidad, saldría de la Ciudad de México el cronista y ensayista mexicano para pasar algunas semanas en el Estado de Morelos, hasta que su salud comenzó a deteriorarse y tuvo que ser internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán", localizado en la capital del país.
Marco Adame añadió que el trabajo de Monsiváis Aceves lo llevó a convertirse en uno de los mejores difusores de la cultura mexicana, ya que por su oficio y profesión se hizo merecedor de importantes reconocimientos nacionales e internacionales.
El escritor fue sido distinguido con numerosos premios, como el “Príncipe Claus” (1998), que otorga Holanda; más tarde recibió la medalla “Gabriela Mistral” (2001), que entrega Chile; y cinco años después, el Premio FIL de Literatura de Guadalajara (antes Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe “Juan Rulfo”), de 2006.