El representante de la agrupación dijo que ya se ha trabajado con las autoridades en establecer medidas que impidan este tipo de situaciones en las que hay consecuencias muy negativas y que podrían ser mayores, incluso para otros alumnos, pero "al parecer se han relajado y algunas otras no han tenido el efecto que se esperaba".
"Yo le pido al Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), a las autoridades de seguridad, que nos ayuden; no queremos tener desgracias en ningún plantel y estamos dispuestos, como siempre lo hemos dicho, a colaborar con la parte que a los padres de familia nos toca", expuso Barrera Cabrera, al admitir que el problema de la violencia también se gesta en la familia. No obstante, destacó que el control sobre las armas que en un momento dado ingresan a un centro escolar, es parte de la corresponsabilidad de las instancias escolares.
Consideró que el caso no puede ser considerado simplemente como un hecho "desafortunado", como lo calificó la autoridad, o aislado y quedar en el olvido, sino que debe servir para adoptar algunas estrategias de mayor vigilancia y seguridad para todas las escuelas.
Recordó que en varias ocasiones, funcionarios han hablado de protocolos y de programas de seguridad y paz en el entorno escolar y desde su punto de vista, es necesario que se retomen y se les dé impulso con acciones concretas, continuas de prevención.
Cabe recordar que el jueves 30 de abril, alrededor de las 18:00 horas, cuerpos de auxilio y seguridad recibieron el reporte de disparos de arma de fuego en la citada secundaria, ubicada en el municipio de Jiutepec. Se dio a conocer que el menor de 13 años, identificado como "Margarito", había disparado contra el director de la escuela, José Pantaleón de la Cruz Márquez, porque éste lo había regañado por mala conducta, en especial porque había quejas por actos violentos que el estudiante había cometido hacia sus compañeros y tenía la advertencia de que el menor de segundo grado podría ser expulsado. El directivo resultó lesionado por herida de bala en la clavícula.
Incluso, el joven se encuentra en libertad bajo proceso a cargo de un juez especial del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes (cuya audiencia será el próximo 6 de este mes para la vinculación a proceso por conducta antisocial de tentativa de homicidio).
Barrera Cabrera consideró que el asunto tiene que ser analizado con detenimiento, y más que pedir sanciones para alguien en particular, la Aepaf plantea que esta “amarga experiencia” sirva para evitar situaciones de consecuencias que podrían haber sido hasta funestas y que dan cuenta del nivel de violencia, del clima que puede haber en algunos centros educativos.