Víctor Urióstegui Nájera fue puesto en libertad de manera inmediata, pues las pruebas que según la Fiscalía tenía en su contra fueron desvanecidas con declaraciones de testigos, pero además no había pruebas científicas, que es una de las características del nuevo sistema penal, situación que molestó al juez que conoció del asunto, quien ordenó liberar al detenido al advertir que tenía que ser ese mismo día pues de lo contrario se estarían violando sus derechos.
La defensa del joven implicado llevó como testigo a la pareja sentimental del detenido, Ana Karen Pichardo Hernández, de 19 años de edad, quien afirmó que su pareja le habló por teléfono para informarle que fue asaltado por unos sujetos cuando a bordo de su motocicleta iba con Eva, pero al intentar escapar los hombres accionaron su arma hiriendo de muerte a la mujer que perdió la vida en el lugar.
La pareja del implicado relató que el día de los hechos llegaron a su casa agentes de la Policía de Investigación Criminal, que la presionaron para que declarara en contra de Víctor, firmando un escrito en el que señalaba que el hombre se dedica a vender droga y que traía un arma de fuego consigo.
Los hechos se registraron la tarde del 21 de noviembre, alrededor de las 18:30 horas, después de que el hombre y su acompañante pasaron a una tienda a comprar refrescos en los límites de los municipios de Jiutepec y Tepoztlán.
El tendero incluso acudió a declarar ante el juez de Control y añadió que la hoy occisa y el joven le compraron dos refrescos, y que después llegó éste solo y pidió auxilio, pues le informó que fueron víctimas de un asalto y que los agresores dispararon e hirieron mortalmente a su acompañante.
El parte policiaco refiere que al llegar al lugar de los hechos encontraron a la mujer sin vida; cerca de ella -a unos cinco metros- los cartuchos percutidos, y una motocicleta propiedad del implicado.
El juez de Control Alejandro Becerra Arroyo, al elaborar el auto, criticó la mala investigación realizada por la autoridad, al advertir que no hay una sola prueba, únicamente la declaración de la pareja del implicado, que no puede ser testigo de los hechos, pues no estuvo presente.
“Es un hecho porque, así lo refiere el dictamen del médico legista, que la mujer murió por heridas producidas con un arma de fuego, pero ni siquiera se le practicó, o al menos no se integró la prueba pericial que acreditara por lo menos que el detenido disparó algún arma”, afirmó el juez.
Además la pareja del detenido indicó que recibió torturas psicológicas al sostener que fue privada de su libertad por agentes policiacos, que no le permitieron salir del inmueble hasta que firmara una declaración en la que implicara a Víctor.
Agregó que el imputado primero fue llevado ante un juez por el delito de resistencia a particulares y posteriormente ejecutaron una orden de aprehensión por el delito de feminicidio.
Finalmente, el detenido fue puesto en libertad, ya que el juez consideró que ninguno de los indicios presentados constituye pruebas, pero además lo único que se logró acreditar fue que el detenido estuvo presente en el momento de la agresión.