Contrario a lo que ha sido declarado por autoridades gubernamentales sobre el respeto a los derechos a la comunidad de la diversidad, en este caso, se pidió a la profesora que busque otro plantel para continuar con su trabajo, no obstante que en la investigación que realizó el área jurídica del IEBEM no encontró ningún elemento que justifique su salida del plantel.
Cabe recordar que la propia maestra denunció que luego de 28 años de trabajo en esa escuela como docente de educación física, un grupo de padres de familia le impidió ingresar al plantel, con argumentos de tipo discriminatorio, por sus preferencias sexuales. En las últimas semanas, titulares de dependencias del sector y hasta líderes sindicales han declarado que se salvaguardan los derechos de la trabajadora y no debe haber ningún acto que afecte su desempeño laboral por discriminación.
No obstante, Ada Lilia Gaxiola regresó al plantel, con un oficio bajo el brazo que indica que no hay ningún elemento que le impida seguir con su trabajo en la escuela.
En el oficio número 2440/2013- 2014, con fecha del 25 de junio de este año, el citado funcionario le hace saber que el jurídico no encontró elementos para iniciar un proceso administrativo en su contra. Pero le advierte que se recomendó reubicarla en otra escuela, con el mismo horario, y que ante las declaraciones de los integrantes del comité de padres de familia que han asegurado que impedirán su ingreso a la escuela, si ella vuelve "su presencia podría considerarse como un medio de incitación a la asociación de padres de familia... que su presencia en las instalaciones escolares provocará alterar el orden en la escuela e incluso quedaría expuesta hasta su integridad física, así como las demás circunstancias que se pudieran llegar a suscitar, por lo que (la amenaza queda implícita) usted incurriría en algunas hipótesis que marca la Ley Federal del Trabajo para iniciar algún procedimiento por las acciones antes citadas".
En un segundo punto, el jefe del departamento argumenta que él ofertó que no regrese a esa secundaria, sino que sea reubicada, y la señala por dañar su imagen y "la del centro educativo donde se desempeña, así como para no afectar al alumnado que tenía a su cargo, el cual ha dejado de recibir sus clases normalmente...". Encima le indica que ella, de acuerdo con sus intereses, busque la permuta, es decir no le ofrecen alguna opción específica, sino que ella busque un cambio con otro trabajador: "...dándole la oportunidad de elegirlo, a efecto de evitar poner en riesgo su integridad física, su dignidad como persona y como docente, así como las confrontaciones que involucren a directivos, personal en general y alumnado y comunidad en general del centro educativo en mención, proyectando negativamente el conflicto ante la sociedad".
Le advierte también que en virtud de que ella le manifestó que desea regresar a su centro de trabajo, le instruye a que retorne, pero subraya que su desempeño profesional "estará siendo observado por autoridades escolares, padres de familia y las que correspondan a este instituto". De tal manera que no se garantiza la integridad física de la maestra, ni que se harán respetar sus derechos laborales, ni se compromete de forma alguna a evitar que continúen los actos de discriminación en su contra.
En entrevista, la profesora dijo estar contenta por el recibimiento positivo de los maestros e indicó que no desea tener confrontaciones con nadie, ni con el padre de familia que de manera prepotente la ha amenazado, ni con cualquier otro.
Comentó que sólo le faltan dos años para jubilarse y espera poder trabajar en un clima de orden y tranquilidad, pues, conforme a derecho, ella puede continuar con sus funciones.