El funcionario estatal externó que la Comisión Nacional del Agua, ha informado que el descenso en los termómetros a muy bajas temperaturas, continuará hasta el mes de febrero: "por eso estamos preocupados y atentos a que esto no se nos convierta en un problema y estaremos pendientes de cualquier situación", externó.
Los cultivos con mayor riesgo por este fenómeno climatológico son de avena en el municipio de Huitzilac y los de aguacate, higo y durazno en la zona de Los Altos. Se estimó que en la región más expuesta a daños, hay alrededor de mil 500 productores, que cultivan estos frutos en una superficie aproximada de cinco mil hectáreas.
Ruiz Silva apuntó que a la fecha se han presentado algunas afectaciones, pero las calificó como mínimas, como por ejemplo la quema en la hoja de la planta o en la punta del fruto, "pero no pone en peligro la actividad" y por tanto no ha requerido la intervención del gobierno estatal.
Por otra parte, comentó que en este año se cuenta con varios proyectos como el de tecnificación de mil hectáreas de riego en la zona cañera, la complementación del parque de maquinaria con la adquisición de diez trilladoras más, para incidir en la reducción del costo de producción de sorgo.
Además, destacó el proyecto para deshidratar cebolla, durazno y jitomate, donde los productores tienen más riesgo de mermas o pérdidas, por una baja en el precio.
En el caso de jitomate el año pasado hubo un buen costo, al alcanzar 20 pesos el kilo en la venta, mientras que su costo de producción fue de 3 pesos, por lo que el margen de ganancia fue muy alto, pero este factor es variable.
De tal manera que con la dishidratadora se garantizaría la conservación y ya se cuenta incluso con demanda, por parte de una empresa procesadora de alimentos que ha pedido a Morelos jitomate en pasta.
El estado en general no cuenta con producción de pasta, en el volumen que la compañía La Costeña ha solicitado, ya que ha ofertado comprar diez veces la producción que se tiene, y en esta característica; un kilo en pasta equivale a seis kilos de jitomate fresco, que es la forma en la que se comercializa en la entidad.