Por cada unidad mínimo dos empleos se generan, según cifras de los concesionarios, lo que significa que existen cerca de 25 mil plazas abiertas entre choferes, checadores, jefes de servicio y demás, que hacen posible el funcionamiento de este servicio.
Sin embargo, el problema al que se han enfrentado los concesionarios del transporte colectivo es a la falta de operadores, ya que son pocas las personas que desean vivir manejando un microbús por más de 12 horas (tiempo general que pasa un operador en su unidad), aún cuando los ingresos mensuales oscilan entre 9 mil y 15 mil pesos.
Enrique Ramos Zepeda, presidente de la Alianza de Transportistas, informó que se calcula que en todo el estado hacen falta dos mil operadores de rutas.
Tan sólo en la zona metropolitana 500 plazas de conductor están libres aproximadamente.
“Tenemos un déficit en los espacios de empleo del 15%, principalmente de choferes, aunque sea muy bien pagado no hay quien quiera trabajar en esto. Es muy matado y son muchas las presiones al prestar el servicio”, explicó el líder transportista.
Ramos Zepeda aseguró que el transporte público es uno de los principales generadores de trabajo, aún cuando no se reconozca, ya que durante los últimos tres años el sector ha crecido mucho y con la mejora de unidades se espera que en unos años tenga un avance mucho mayor.