De acuerdo al regidor, Iván Saucedo Tapia, existen denuncias ante el Ayuntamiento, porque en algunas colonias de la capital la venta de las "micheladas" es desmesurada provocando diversos problemas sociales.
El consejal explicó que las quejas son por comercio desleal, pero sobre todo por inseguridad, debido a que en los alrededores de esos puestos se registran riñas, robos y conflictos entre vecinos.
"La operación de estos lugares es de prácticamente todo el día y hasta la madrugada, no se sabe si tienen licencia de funcionamiento, si cuentan con permiso para venta de alcohol", cuestionó el regidor.
Por lo anterior hizo un exhorto a la dirección de Gobernación para que intensifique los operativos y vigile que los reglamentos y el Bando de Policía y Buen Gobierno se cumpla.
Pero a pesar de esa situación y a la alza de accidentes por consumo indiscriminado de bebidas embriagantes, el alcoholímetro no se ha puesto en funcionamiento, a decir de las autoridades por falta de recursos económicos, debido a la crisis financiera que enfrenta la comuna.