“Estamos trabajando en varias áreas. Una es el polígono, otra es el inventario biológico y el trabajo comunitario con lo que vamos muy avanzados”, expuso Dorado Ramírez al explicar que alguno de los beneficios de decretar una nueva reserva ecológica, es la conservación del área y protegerla contra la intención de desarrollos habitacionales y promover de manera organizada acciones de ecoturismo.
“Es un área interesante desde el punto de vista escénico, con mucha diversidad biológica es una de las áreas más diversas que he conocido de la Sierra de Huautla y la gente está muy entusiasmada para poder incentivar los programas de turismo ecológico y ojalá que el gobierno estatal se interese en el ecoturismo”.
Dorado Ramírez criticó que en la pasada administración se haya ponderado la instalación de una tirolesa y considerar este hecho como ecoturismo, al señalar que “la tirolesa es una cerecita de un programa de ecoturismo y se le dio (en el pasado reciente) demasiado énfasis y eso auxilia, pero no es el eje central de un programa ecoturístico. Ojalá que el gobierno apoye el turismo acorde a la protección ambiental y que se consolide un proyecto que sea duradero, porque el juego como la tirolesa no es ecoturismo por sí mismo. Hay que ir a algún lugar escénicamente atractivo, con diversidad biológica, pero sobre todo con programas de educación ambiental”.
El también ganador del Premio Nacional de Ecología 1998, Oscar Dorado Ramírez afirmó que si no hay educación ambiental, cualquier proyecto de turismo de aventura, como también se le conoce, “corre el riesgo grave de peligro de extinción”.
Destacó que además de Tlaquiltenango, en la región de Coatlán del Río, Mazatepec y Miacatlán existe un área muy interesante, en donde la gente le ha llamado la atención la conservación ecológica y por lo que han solicitado la participación de investigadores de la UAEM para analizar la posibilidad de gestionar más áreas de reserva ecológica.
“El decreto es un aliado en el tema jurídico en cuanto a una amenaza de invasión, pero en cuanto a la conservación, lo único que es vital es el trabajo que se realiza desde las comunidades. La reserva de la biósfera de Huautla es la única que verdaderamente había incursionado porque había presencia, devoción y trabajo, aunque ahora los pobladores dicen que se ha perdido con los nuevos administradores. Nuestra conclusión final es que tiene que haber gente trabajando ahí”.
Respecto de la propuesta de solicitar el decreto de área natural protegida a La Era y Los Elotes, Oscar Dorado afirmó que en las comunidades todos quieren trabajar y consideró posible que se pueda lograr en la medida en que el gobierno del Estado coadyuve para que se decrete la zona como reserva ecológica.