Teresa Villegas señaló que incluso ya tuvo que recurrir a un crédito para solventar sus deudas y sugiere que las marchas se regulen, que duren menos tiempo y que utilicen un solo carril. “Porque nosotros tenemos derecho a seguir trabajando. Finalmente los maestros van a solucionar su problema, sea ahorita o sea en enero les va a llegar su dinero, pero a nosotros no nos van a reponer las pérdidas que hemos tenido estos días”, señaló.
Nancy (quien prefirió no dar su apellido), encargada de una zapatería, expresó al respecto: “su derecho a manifestarse termina donde empieza mi necesidad de vender, porque de aquí comemos muchos”, y además de señalar que “al no dejar pasar a la gente, caen nuestras ventas y nosotros tenemos que pagar”.
Arturo Saavedra, propietario de una tienda de ropa, señaló que las marchas “entorpecen la economía de la ciudad”, ya que “espantan a la ciudadanía y en lugar de tener una visión hacia un mejor México, hasta vienen los sábados a gritar al Congreso, cuando no hay quien los atienda y sólo le gritan a las piedras”. Y en relación a las autoridades, dijo que deben tener “compromiso y respeto al pueblo”.
Muchos de los comerciantes señalaron una disminución desde de 30 hasta un 150 por ciento en sus ingresos, lo cual da en promedio más del 65 por ciento. Verónica Torre, encargada de una tienda de ropa para festivales y de fantasía (ubicada cerca del palacio de gobierno), señaló que estos días sus ventas bajaron hasta un 80 por ciento y “aunque entendemos a quienes se manifiestan y esperamos que se resuelva rápido, deben pensar más en los demás”.
Otro locatario de esta zona, Arturo Pineda Olvera, advirtió que el hecho de las bajas ventas también repercute en que “estamos atrasados en pagos a proveedores y servicios del propio local; creo que el centro no se merece esto, es una bomba de tiempo para que comiencen a quebrar negocios”.
Hizo un llamado a los manifestantes para que mejor se planten en Casa Morelos o que lleguen a mesas de diálogo. Y a los trabajadores de Nissan les pidió que se informen primero antes de que los engañen con el tema de la reforma laboral, “que en realidad nos favorece a todos”.
Xóchil N., Erick Romero y Eva N. coincidieron, como los demás entrevistados por este medio, que están de acuerdo con las manifestaciones, pero “sin que afecten a terceros porque salen perjudicados otros y no se resuelve así su problema”.
Ernesto Pichardo, como otros comerciantes, también aludió que este mes ha sido malo por el regreso a clases y que está de por medio el “tener que pagar empleados, luz, rentas, agua, teléfono, etcétera”, y pidió a las autoridades que así como piden que “cumplamos con estar inscritos ante Hacienda y paguemos nuestros impuestos y servicios, que ellos también paguen a la gente y se eviten estos problemas”.
Jorge Luna agregó además: “los lunes es el día bueno para nosotros, si se manifiestan en ese día, los demás días que de por sí son malos, pues nos hacen perder hasta un 70 por ciento de ventas”.
Finalmente, Eduardo Palacios Cortés y Xóchitl Rojas señalaron que les va “muy mal con las manifestaciones. En el caso de Eduardo, dijo: “tenemos que cerrar la tienda”, porque está justo enfrente del Congreso. Y la señora Xóchitl apuntó: “de por si la crisis es fuerte, las ventas bajas y ahora con este tipo de expresiones, no nos va como antes y perdemos hasta un 70 por ciento de la venta”.