La coordinadora general del sistema estatal sanitario de la Coprisem, Laura Tovar Calderón, indicó que en estas fechas se incrementan las acciones de vigilancia tanto en productores de bebidas como en establecimientos con venta de las mismas, pues a su vez aumenta el consumo en la población de manera notoria.
Explicó que la comisión realizará mayor número de monitoreos a los que se realizan durante el año. Algunas de estas actividades se desarrollarán junto con otras instancias como la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor.
La Comprisem verifica que las botellas cumplan con la norma de salud sobre el etiquetado y el envasado, pues no les compete determinar los contenidos.
Hizo un llamado a la población a tomar precauciones para evitar el consumo de bebidas que podrían estar adulteradas con diversas sustancias, entre ellas, por ser la más común, refirió el metanol, que en dosis mayores puede provocar intoxicación grave con consecuencias como ceguera, o causar hasta la muerte.
Los síntomas cuando se presenta el metanol en menores cantidades, son similares a cuando se consume cualquier bebida embriagante en exceso, pero más intensos, como dolor de cabeza, vómito, malestar generalizado, diarrea, entre otros.
Recordó que hay medidas sencillas de autoprotección como el cuidar el origen de las botellas que se compran, el evitar consumir en los sitios donde el precio es mucho menor a los habituales, y revisar los etiquetados, así como los sellados.
En los casos donde se identifican botellas de dudosa procedencia, la comisión toma muestras para hacer pruebas y determinar si el grado de metanol es el adecuado conforme a la norma o no, si es procedente, se inmovilizan productos y al tratarse de productores se notifica, y se le da un plazo para corregir una posible falla en su proceso, sin embargo, de no cumplir se retira la licencia sanitaria.