Indicó que la procuraduría de Morelos no tiene voluntad de intervenir, ya que pretextó que el Laboratorio Estatal de Ciencias Forenses tiene fallas en el aire acondicionado y no sirve el secuenciador para realizar las pruebas genéticas. En tanto que la Procuraduría General de la República (PGR) informó que las pruebas de ADN estarían listas en cinco o seis semanas.
Dijo que para la familia de la víctima “es infierno el vivir con la incertidumbre si se trata de Alan o no se trata de Alan” y por ello se buscan opciones para agilizar la identificación del cuerpo.
Rosette Flores propuso que si la procuraduría morelense no hace la identificación genética, el Gobierno del Estado de Morelos recurra a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) o el Instituto Politécnico Nacional (IPN) para que a través de los nexos de colaboración existentes con ambas instituciones académicas, se procesen en sus laboratorios las muestras de tejido (recabadas por él durante el levantamiento del cuerpo) en el menor tiempo posible.
El litigante propuso dos opciones más:1) que el gobierno del estado asuma el costo de los honorarios de peritos particulares, que podrían oscilar entre 50 mil y 70 mil pesos; y 2) que la fiscalía estatal solicite el apoyo de la procuraduría del Distrito Federal, del Estado de México o a la de Oaxaca, que son las entidades que cuentan con laboratorios especializados.
“Si no se pueden realizar (en Morelos) todas estas diligencia legales que pertenecen al ramo de los procedimientos penales, propongo un equipo de peritos particulares en la materia para que hagan las tomas y entreguen los resultados en cinco horas; obviamente, que los gastos de honorarios de los científicos los pague el gobierno del estado. Por lo anterior solicitamos al gobernador gire las instrucciones a quien corresponda, a efecto de que den celeridad para comprobar si los restos encontrados en Chilpancingo corresponden a Alan Israel”, señaló.
Concluyó que la Procuraduría General de la República realiza los estudios de fotografía y odontología forense, como parte de las diligencias para la identificación del cuerpo encontrado el pasado 16 de mayo en una barranca ubicada detrás del Hospital General de Chilpancingo y que se presume podría ser el de Alán, joven morelense secuestrado el 24 de diciembre de 2011 en Cuernavaca, luego liberado dos días después en la capital guerrerense y posteriormente desparecido tras presentarse ante la agencia del Ministerio Público a denunciar su plagio.