El funcionario refirió que se ha dado a conocer resultados de un estudio que revelan que al mes de octubre del año pasado, se observó un aumento en la incidencia de obesidad en menores de edad.
Los datos, informó, apuntan que cuatro de cada 10 infantes registran ya sobrepeso y obesidad desde temprana edad, algunos en etapa de educación básica, preponderantemente en el grupo de 8 a 9 años.
Carrillo Ordaz destacó que este problema es preocupante, porque desde los primeros años de vida ya se observa este factor desencadenante de padecimientos crónico degenerativos graves, que se están manifestando o generando síntomas y problemas en pacientes cada vez más jóvenes. Este es un asunto, se expuso, de salud pública por la calidad de vida de esas personas y por el alto costo en atención médica que esos padecimientos implican.
En este sentido, informó que se habrá de dar más impulso al programa de promoción de un estilo de vida saludable, y en los casos donde se detecta un problema de obesidad o sobrepeso grave, se notifica a los padres de familia con el propósito de darles orientación sobre el manejo adecuado de la alimentación y la actividad física del menor y por lo general del núcleo familiar.