Así lo informó el representante de la Comisión Independiente de Derechos Humanos José Martínez Cruz quien expuso que comités de padres de familia, así como de grupos vecinales se acercaron a esta organización civil, y mostraron documentos dirigidos a las autoridades municipales y estatales donde exponen su preocupación y postura en contra de esa disposición, que pretenderían adoptar, como parte de una estrategia de seguridad para esa zona en la que recientemente se han registrado varios hechos de violencia.
Expuso que incluso se dio a conocer que en la reunión que sostuvieron algunos vecinos con autoridades estatales se habría, acordado, presuntamente el establecer una especie de “toque de queda” que se aplicaría en la práctica, en el sentido de que los jóvenes no saldrían de sus casas después de las 9 de la noche además de intensificar la presencia de grupos policíacos.
José Martínez Cruz, expuso que para la CIDH esta situación es delicada, y preocupante porque se estaría atentando a los derechos de los y las ciudadanas. “Nosotros consideramos que en el caso de Alta Vista hay aspectos muy importantes, la primera es que como comunidad están decididos a participar y colaborar, y que por otro lado se comprometieron a hacer rondines específicos, contrariamente a esos operativos de convoy con militares y policías que no van al punto de la prevención, porque la presencia policíaca no persuade. De por sí porque la presencia policíaca está por una parte, cuando los hechos delictivos ocurren en otro lado, cuando llegan, llegan 20 minutos tarde”.
“La seguridad de los ciudadanos, significa recuperar espacios públicos, calles escuelas para que no sean los estudiantes los que sufran detenciones, incluso asesinatos como los ocurridos recientemente”, apuntó.
Martínez Cruz resaltó la necesidad de que prevalezca un programa de atención y seguridad ciudadana que no se estigmatice, y con el que no se limiten los derechos, con medidas como el prohibir que los jóvenes salgan de su casa después de las 9 de la noche, porque recordó que muchos de ellos estudian o trabajan y retornan a su domicilio después de esa hora, con lo que quedarían expuestos a detenciones arbitrarias y peor aún, a situaciones en las que en lugar de recuperar espacios, la ciudadanía se esconda o tenga que permanecer encerrada.
Destacó el lado positivo de que la gente está participando, y que en ese sentido no se generalice el miedo.