De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, del 2007 a febrero de 2012 ocurrieron mil 706 violaciones, lo que equivale casi a una violación diaria.

Sin embargo, este delito se incrementó considerablemente en los últimos dos años al pasar de 344 casos en 2010 a 428 en 2011, lo que significa un ascenso del 20 por ciento.

En tanto que el delito de estupro (que es el que comete un adulto al tener cópula con persona mayor de 12 a 18 años, obteniendo su consentimiento por medio de la seducción y engaño) registra una incidencia constante con 417 casos en los últimos cinco años.

Otros delitos sexuales alcanzaron las 2 mil 201 denuncias registradas por la Procuraduría General de Justicia entre 2007 y febrero de 2012.

Los delitos sexuales perpetrados entre el 2007 y febrero de 2012 asciende a 4 mil 325 casos, lo que significa que diariamente se perpetran 2.36 agresiones de este tipo.

Organizaciones como el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad han señalado que los violadores generalmente observan a su víctima, si es de cabello largo y si el peinado es de cola de caballo o trenzado, ya que es más fácil de jalar; si está distraída y si su ropa es fácil de arrancar.

Los agresores procuran atacar de forma y en lugares que puedan cargar a la mujer rápidamente para otro punto, donde no tengan que preocuparse de ser atrapados; si la víctima lucha y logra resistir por más dos minutos, el ofensor termina por retirarse porque creen que no vale la pena perder tiempo; por lo general no atacan mujeres que cargan paraguas u objetos que puedan ser usados como arma a una cierta distancia (llaves no los intimidan, porque para ser usadas como arma, la víctima tiene que dejarlos llegar muy cerca).

Se recomienda especialmente a las mujeres estar atentas a su entorno, no caminar o introducirse a sitios solitarios. En caso de sentir que alguien las sigue en una calle, andén o garage, o si estuvieran con alguien sospechoso en un ascensor o en una escalera, es vital observarlo directamente a la cara y preguntarle alguna cosa, como qué hora es, pues si él fuera un violador, tendrá miedo de ser posteriormente identificado y perderá el interés en tenerte como víctima.