“Ni el Chichinautzin, ni el Texcal, ni la Sierra Montenegro, ni ninguna reserva ha funcionado porque son simplemente decretos de papel. Hemos avanzado mucho en La Era y Los Elotes porque hacemos investigación en varios lugares y tenemos contacto con la gente, por lo que es posible que se decrete como reserva ecológica en enero. Todo depende de la decisión de la Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente”.
Recordó que hace unos meses, el grupo de investigadores de la UAEM solicitaron a la Comisión Estatal del Agua y Medio Ambiente (CEAMA) apoyo para hacer el estudio que fundamente la declaratoria de reserva ecológica. “Parece que va avanzando,” dijo Oscar Dorado, al señalar que ha pasado más de un mes adecuado para la investigación, sin embargo dijo que todavía se encuentran a tiempo “si es que no se tarda mucho la CEAMA en conseguir los recursos”.
Destacó que además de Tlaquiltenango, en la región de Coatlán del Río, Mazatepec y Miacatlán existe un área muy interesante en donde la gente le ha llamado la atención la conservación ecológica. Sin embargo, subrayó que para que haya un proyecto de conservación debe haber “devoción” de los pobladores primero, así como de las autoridades y de los especialistas en el tema.
“El decreto es un aliado en el tema jurídico en cuanto a una amenaza de invasión, pero en cuanto a la conservación lo único que es vital es el trabajo que se realiza desde las comunidades. La reserva de la biosfera de Huautla es la única que verdaderamente había incursionado porque había presencia, devoción y trabajo, aunque ahora los pobladores dicen que se ha perdido con los nuevos administradores. Nuestra conclusión final es que tiene que haber gente trabajando ahí”.
Respecto de la propuesta de solicitar el decreto de área natural protegida a La Era y Los Elotes, Oscar Dorado afirmó que en las comunidades todos quieren trabajar y consideró posible que se pueda lograr en la medida en que el gobierno del estado coadyuve en los estudios pertinentes para que se decrete la zona como reserva ecológica.