El jefe de la Unidad de Investigación Médica en Bioquímica del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Miguel Cruz López explicó que se integró un equipo multidisciplinario de médicos, enfermeras, nutriólogos y trabajadoras sociales, apoyado por especialistas y alumnos de postgrado del Instituto Nacional de Salud Pública y del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional.
Al celebrar hoy 14 de noviembre el Día Mundial de la Diabetes, el objetivo de esta investigación, destacó, es reunir a tres mil niños y jóvenes entre 6 y 14 años de edad, con el consentimiento y supervisión de sus padres, para la aplicación de cuestionarios específicos sobre alimentación, actividad física y antecedentes heredo-familiares de enfermedades, con el propósito de evitar factores de riesgo que desencadenen padecimientos como diabetes o insuficiencia renal.
Detalló que los sábados se aplica a todos los participantes mediciones antropométricas (peso, talla, circunferencia de cintura), toma de presión arterial, determinación de niveles de glucosa, triglicéridos, colesterol e insulina y genéticos (se busca identificar genes que se asocien a la obesidad infantil).
Cruz López señaló que esta investigación obedece a la preocupación de profesionales de la salud por el alarmante aumento de peso en los menores; “las encuestas de salud de 1999 y ENSANUT 2006, respectivamente, señalaron que en tan sólo seis años hubo un incremento, en el caso de los niños, de 77 por ciento en obesidad, y de las niñas de 47 por ciento. En términos de sobrepeso también se observó un ascenso dramático”.
Agregó que la justificación para la búsqueda de los marcadores, se sustenta en que la población de nuestro país difiere de otras por su historia genética. En promedio, el mexicano tiene 65 por ciento de herencia amerindia, 30 por ciento europea y 5 por ciento africana.
Esta condición se refleja en los genes que se asocian a diabetes y exceso de peso; de manera general, la genética de la obesidad se traduce en la incapacidad de quemar el exceso de energía que consumimos (calorías) y que se almacena en forma de grasa.
El investigador explicó que el beneficio directo para los participantes es la evaluación integral de los niños, lo que permite detectar si presentan algún grado de sobrepeso, obesidad e incluso la presencia de pliegues de color obscuro (acantosis) en cuello y antebrazo, que indican la probabilidad de que padezca alteraciones metabólicas y hasta prediabetes.
La información se maneja de forma confidencial, los médicos la entregan por escrito a los padres, a quienes se les explica cada una de las mediciones y los cambios en el estilo de vida que deben realizar para prevenir enfermedades.
Cruz López explicó que existen tres componentes principales que causan sobrepeso, obesidad y otros padecimientos crónicos: el sedentarismo, que es la falta de actividad física diaria, permanecer la mayor parte del día sentado frente al televisor y utilizar medios de transporte en lugar de caminar distancias cortas. Alta ingesta calórica, es decir, aumento en el consumo de bebidas azucaradas, de carbohidratos (tamales, pan, pizza, hamburguesa, etcétera), con elevado contenido en grasas y proteínas; y la genética, que se analiza en este protocolo.
En la investigación se invita a participar a la población en general, sea o no derechohabiente, acudir a las Unidades Deportivas participantes del IMSS en el Valle de México, donde se llevan a cabo las pruebas a menores todos los sábados a partir de las 8:00 horas.
Destacó que el protocolo comenzó en la Unidad Deportiva Cuauhtémoc (Estado de México Poniente) y que desde el 8 de octubre la actividad se lleva a cabo en la Unidad Deportiva Nezahualcóyolt (Estado de México Oriente).
Una vez que se cumpla el objetivo de reunir a 500 o 600 menores, el estudio continuará en la Unidad Deportiva Independencia (sur del Distrito Federal) y finalmente en la Unidad Deportiva Morelos (al norte del Distrito Federal).