En representación del gobernador Marco Adame Castillo, el secretario de Salud Víctor Caballero Solano dio la bienvenida a los participantes a este Congreso, al quien asistieron académicos y especialistas de todo el país, organizado por la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría, A.C.
Acompañando a José Díaz Reyes, presidente de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría, Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director general del Instituto de Geriatría; Rodolfo Gatica Marquina, director de la Facultad de Medicina de la UAEM; y María Teresa Jarillo Soto, presidenta de la Asociación de Gerontología y Geriatría del Estado de Morelos, A.,C.; Víctor Caballero dijo que ante los retos que enfrenta el país para reconocer la transición demográfica y epidemiológica demográfica, es hora de cerrar filas y trabajar de manera conjunta por el bienestar y calidad de vida de los adultos mayores.
Refirió que en Morelos se implementan acciones a favor de las personas de la tercera edad que se han ido fortaleciendo en los últimos cinco años, y un ejemplo de ello es el proyecto de crear la Universidad para el Adulto Mayor, así como la apertura de la Licenciatura en Gerontología, así como la construcción de habilidades de áreas médicas y promoción intensa por una cultura del envejecimiento con calidad.
Caballero Solano destacó que de acuerdo a la pirámide de población, en Morelos hay poco más de 70 mil adultos de más de 70 años de edad, “hoy es un grupo pequeño, pero en los próximos años se va a triplicar y estamos listos para dar una buena atención”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría comentó que a través de trabajos que se hacen en todo el país, están preparados para estos tiempos difíciles de gran exigencia y de vital importancia para las personas adultas Mayores en materia de salud.
José Díaz consideró que México se encuentra inmerso en cambios acelerados, tanto demográficos como epidemiológicos del entorno global, como causa de la disminución de la natalidad y mortalidad con un aumento en la esperanza de vida.
“Si bien es cierto que aún estamos en un país de jóvenes, también es muy cierto que cada año se incrementa mucho más la población de personas adultas mayores que jóvenes, que torna al país cada vez más envejecido, aumentando las necesidades y demandas en salud y enfermedad de este grupo”, concluyó.