Recordó que sólo el nuevo edificio que alberga a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCyA) costó cerca de 30 millones de pesos, adicionalmente se adquirieron equipos de cómputo, redes y programas para agilizar el desahogo de procesos, pero ello no ha sido suficiente para abatir el enorme rezago que se tiene aún.
El funcionario destacó que "de cualquier manera, se ha logrado una enorme transformación, porque la realidad es que cuando llegamos encontramos unas estructuras que más parecían de la era de las cavernas. Actualmente por lo menos hay espacios mucho más dignos y funcionales, sin que estén totalmente actualizados".
En un 80%, agregó Reyes Adams, se dejó atrás el pesado manejo de archivos y expedientes en enormes cajones que imposibilitaban cualquier trámite y facilitaban hechos de corrupción, porque los expedientes podían extraerse.
En este momento, muchos de los procedimientos se encuentran digitalizados y sólo se pueden ver en pantalla, obstruyendo acciones inapropiadas.
Hay un proyecto de complementación de modernización que sólo espera la disponibilidad de recursos presupuestales para aplicarse, ahora sobre todo en el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje (TECA) que padece una enorme carga de trabajo a partir de la formalización de sindicatos en los ayuntamientos que derivaron en más demandas laborales por despidos injustificados.