Ayer, la fiscalía especializada en adolescentes y la defensa del menor presentaron sus últimos alegatos y de común acuerdo solicitaron al juez José Luis Jaimes Olmos, adelantar tanto la lectura del veredicto como la individualización de la pena a Edgar.
“El juez fijó fecha individualización de la sanción para el día viernes, pero tanto la fiscalía como la defensa renunciaron a esa audiencia, por lo tanto se prosiguió a la lectura de sentencia”, dijo el vocero del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes del Estado de Morelos, Juan Carlos Castro Elizondo, en las afueras del Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA), ubicado en el municipio de Miacatlán, donde dio una breve declaración a la prensa.
Indicó que el juez especializado dictó 3 años de prisión para el adolescente estadounidense de 14 años e impuso una “multa genérica” por concepto de reparación del daño, cuyo monto tocará al juez de ejecución de sentencia determinar.
Por su parte, el fiscal especializado de la Procuraduría General de Justicia de Morelos, José Manuel Serrano Salmerón, confirmó que durante los 6 días que duró el juicio se presentaron a declarar sólo 43 de los 66 testigos convocados.
Cuestionado sobre la ausencia de los dos testigos claves (dos jóvenes que habrían sido víctimas de secuestro de “El Ponchis”), el fiscal esgrimió que las pruebas y los testimonios de elementos del Ejército Mexicano, del Ministerio Público Federal y policías fueron suficientes para probar las conductas antisociales en las que incurrió el menor.
“No se trata sólo de dos testigos, hubo 43 testigos que desfilaron a lo largo de esta audiencia. No dependíamos sólo de dos testigos, eran muchas más pruebas circunstanciales que tenía la fiscalía”, dijo al señalar que también se utilizaron como pruebas incriminatorias unos videos grabados con un celular, en los que parece el menor torturando a sus víctimas.
Rechazó que el juicio de Edgar haya sido parcial, pues consideró que aún cuando los abogados defensores de Edgar no presentaron pruebas de descargo “ellos iban en el contrainterrogatorio, fue una defensa que nunca se mostró pasiva, siempre fue una defensa acorde a lo que amerita este tipo de asuntos”.
También confirmó que en ningún momento se requirió el testimonio de Julio Radilla Hernández “El Negro”, detenido por la Policía Federal el pasado 25 de mayo en el estado de Veracruz y quien presuntamente habría forzado a Edgar, bajo amenaza de muerte, a cometer diversos ilícitos.
Dijo que Edgar durante su juicio se reservó su derecho a declarar y todo el tiempo estuvo callado, así como se mostró completamente sereno al momento de escuchar su sentencia.
Indicó que a pesar de que la fiscalía insistió al juez que le impusiera una multa de 4.5 millones de pesos por concepto de reparación de daño a las víctimas, se determinó una “multa genérica” que tocará fijar al juez de ejecución de sentencia.
Los tres años de pena privativa de la libertad a los que fue sentenciado Edgar, comienzan a contar a partir del 2 de diciembre de 2010, fecha en que fue detenido por elementos del Ejército Mexicano en el Aeropuerto de Cuernavaca, cuando junto con dos de sus hermanas intentaba viajar a la ciudad fronteriza de Tijuana, para luego cruzar hacia territorio estadounidense y dirigirse a San Diego para reunirse con sus padres.
Desde su detención hasta este martes, “El Ponchis” ha pasado 236 días interno en el CEMPLA, lo cual significa que el menor ha cumplido ya una quinta parte de su condena y le restan 859 días más de internamiento.
Los abogados de oficio del menor pueden apelar la sentencia a través de un recurso de casación. Para promover la apelación la defensa tiene 10 días naturales, cuyo plazo comenzará a correr a partir del 1 de agosto.
Actualmente, en el CEMPLA se encuentran internados 74 adolescentes, de los cuales 9 son mujeres y 17 están vinculados a delitos de alto impacto o delincuencia organizada.
A principios de noviembre de 2010, la historia de Edgar, apodado “El Ponchis” y de nacionalidad norteamericana, corrió como pólvora en medios de comunicación mexicanos e internacionales, tras la detención de una célula de seis supuestos sicarios del Cártel de Pacífico Sur en el municipio de Jiutepec.
Y es que, el 29 de octubre de 2010, cuando los elementos del Ejército Mexicano iban a realizar el cateo de la casa de seguridad donde se encontraban los presuntos sicarios, vieron salir al menor y lo dejaron ir, Sin embargo, en sus declaraciones los detenidos aceptaron su responsabilidad en varios homicidios y señalaron al niño como el degollador de las víctimas y colaborador del supuesto líder del CPS en Morelos, Julio Radilla, alias ‘El Negro’
La noche del 2 de diciembre, el Ejército Mexicano detuvo a “El Ponchis”, presuntamente en posesión de armas y narcóticos, en el Aeropuerto de Cuernavaca cuando pretendía tomar un vuelo con destino a Tijuana (para cruzar la frontera hacia San Diego) junto con sus dos hermanas, también supuestamente involucradas en actividades del CPS como encargadas de tirar los cadáveres.
Durante la presentación que el Ejército Mexicano hizo del menor ante los medios de comunicación, “El Ponchis” dijo haber sido secuestrado y obligado bajo amenaza de muerte por Jesús Radilla alias “El Negro” jefe del Cártel del Pacífico Sur (CPS), para formar parte de ese grupo criminal.
Detalló que cursaba el primer año de secundaria cuando ingreso a las filas del CPS, dejó su hogar y decidió vivir en las casas de seguridad de los sicarios.