La lideresa destacó que esta reforma al marco legal no fue consensuado con la Aepaf, por lo que desconoce los detalles de su contenido, por lo que habrá de analizar con más detenimiento su contenido y si podría tener algún impacto en los centros escolares.
Expuso que de acuerdo con la información dada a conocer por medios de comunicación, se tendría que buscar que esta reforma no tenga algunos efectos poco favorables. Explicó que muchas veces la cooperación económica que aportan los padres es un motivo para que ellos se acerquen a las escuelas, y de que estén pendientes de sus hijos, pues de esa manera exigen que se rindan cuentas.
“Habría que analizar qué tanto se está promoviendo la no participación de los padres, porque muchas veces su interés en las actividades de las escuelas, proviene de su aportación y de saber de qué fue lo que pasó con su dinero. Entonces tenemos que ver cómo mantenemos altos niveles de participación y transparencia” explicó.
Por otro lado, sostuvo que ya se sabe, desde antes de esta reforma que lo que está mal es obligar a los padres a dar aportaciones, por lo que entonces ahora será importante el analizar si no se va a coartar el derecho de aportación de los padres a las escuelas, pues muchos de ellos lo hacen en especie, como libros, o con la participación a través de faenas o mano de obra en algunas acciones de mantenimiento.
Finalmente Espinosa Velasco expuso que el monto considerado de tres salarios mínimo por estudiante como el recurso a destinar a cada escuela para el mantenimiento, en muchos casos puede resultar insuficiente por las condiciones en las que se encuentran algunos planteles, por lo que muy probablemente se les seguirá pidiendo apoyo a los padres.
Expuso que actualmente los mentores aportan entre 30 millones y 40 millones de pesos en cooperaciones al año y no es en muchos casos suficiente, por lo que los recursos presupuestales oficialmente para tal fin, podrían resultar mucho más limitados.