Cristina ofrece diferentes opciones a sus clientes para no dejar de vender.
Cristina Guevara recorre todos los días el poblado de Acapantzingo con la intención de vender todas las papas y paletas de hielo que ofrece en la carreola que usa como carrito, ya que es el recurso que tiene para darle de comer a sus hijos.
“A mí no me afectado mucho la pandemia porque yo de todos modos salgo a vender con mi carrito, hay días donde tengo que dar dos vueltas aquí en Acapantzingo, porque la gente sí me compra bastante” explicó la mujer.
Entrevistada por La Unión de Morelos, la comerciante informó que por las mañanas sale a vender fruta picada y jugos: “hay que vender de todo, ya que si no esto no funciona para poder comer. Mis hijos ahorita me ayudan a preparar y yo salgo a vender y me gusta porque la gente ya me ubica y me compra. En las noches vendo comida, gorditas, quesadillas y sopes”.
La comerciante mencionó que el único cambio que ha notado en esta época es tener que usar cubrebocas y llevar su gel antibacterial: “tengo que comprar gel y el cubrebocas ya que la gente sí busca que uno sea higiénica y es todo lo que ha cambiado, ya que sigo haciendo mis mismos recorridos por la colonia”.