El conteo final sigue su curso, ¡y nosotros tan campantes! ¿qué estamos haciendo? ¡nada! ¡nariz boleada!

Es más, no nos basta el continuar acabando con el medio ambiente, brothers, ¡nel! también con los que lo habitan. Es del conocimiento de todos nosotros la necesidad que impera hoy en día en el sinuoso camino del "rescate de valores".

Desde mi "chachalaca" consideración, "brothercitos", el producto de esta inestabilidad emocional que permanece en nuestra actual sociedad es multifactorial si nos ubicamos en el plano laboral; por ejemplo, nos encontramos con la magnificencia y el poderío vitalicio del cual goza el sindicalismo en México, con todas sus vicisitudes, acciones que reitero según mi mafufa percepción, merman en la estabilidad emocional de los involucrados ¡patrones y empleados!

Hay que recordar, querido lector, que una de las principales armas letales propias de este sistema es la "grilla", que está comprobado, genera un cúmulo de problemas psicológicos en el individuo que lo padece.

Es entonces cuando imagino al individuo que llega a su "cantón" cansado, desmotivado, con la libido por los suelos y vapuleado emocionalmente con tal desvalorización de sí mismo y acaba desquitándose con la familia, con la empresa, o con el primero que se cruce en su camino (a lo mejor también este factor es uno de tantos de los que están provocando que muchos anden a la "greña").

Entendemos perfectamente, su señoría, que los roces habituales que tenemos los seres humanos son producto de ese "titipuchal" de ideologías que se generan en el ámbito político, económico y social. Siendo muy optimista, me atrevería a decir que en esa búsqueda de la tan nombrada equidad, donde unos dicen es blanco y otros dicen es negro, al final del día se acaban llevando de corbata  a la propia sociedad civil; sin embargo "la verdad" es que detrás de toda esta problemática se esconde como siempre la ferviente búsqueda del poder,  el poder  desde todas sus perspectivas y deidades, una característica que no podemos hacer a un lado y ¿por qué no decirlo? pudiere ser hasta natural en el ser humano y a lo mejor ese es precisamente el punto neurálgico, valedores, que habrá de analizarse para encontrar una salida, y el porqué de tanta grilla en algunos ambientes laborales de nuestro estado y de nuestro país. ¿Acaso no podría también ser el miedo como tal, el origen de esta problemática social? Muy probablemente. Ese constante y latente temor es el que los acaba convirtiendo en verdaderos gladiadores, auténticos perros que defienden su hueso (tesoro divino del mejor amigo del hombre) hasta la muerte.

Ese "terror" quiero "cranear" que lo padecen algunos, cuando imaginan perder ese trabajo, ese puesto o determinada jerarquía que tanto esfuerzo le costó obtener, de tal suerte que de plano no "aflojan" ¡aun teniendo los calzones hasta las rodillas!

Luego entonces, es natural y humano que todo aquello que lograron con múltiples y titánicos avatares que en su menú incluían hambre, penuria, tristeza, desasosiego y rabia, todo esto que es propio de una precaria e inestable economía tercermundista como la nuestra, y que da como resultado el llevar a muchos a perder la cabeza.

Por otro lado, nos encontramos con otra desgracia, la falta de compromiso por parte de muchos habitantes de esta coloquial y pintoresca sociedad civil en el área que usted guste y mande cuate lector; en la chamba, con la pareja, con nuestros semejantes y pa’ acabarla de "rechiflar" , junto con todas esas "calamidades" ¡ya sabe! ¡llega el genio, porque cada que destapan una "botellita" aparece! Y de ahí se desprende para éste que escribe, que "la real" es que independientemente de que nos urgen mejores propuestas económicas que emanen de nuestro sistema político mexicano, también tendremos que poner de nuestra parte, "compitas", porque "papi gobierno"no las va a poder resolver. ¡ya sabanas pa’ qué colchas!¡a echarle los kilos! ¡a cuidar el "jale"! y recuerden que la salida falsa dizque para "liberarnos" de todas estas problemáticas no es el pomo, el acto de "embrutecerse" no es la mejor fórmula para poder "armarla". Antes de que nos den pa´bajo tenemos que mostrar disposición para enfrentar lo bueno y lo malo que nos propina la vida misma.

Ahí se las dejo de tarea. Se despide de ustedes su reporñerazo favorito.