En la década de 1930, durante el proceso de reconstrucción por los estragos que dejó la Revolución Mexicana, el empresario morelense Faustino “Tercero” Estrada Crespo, abuelo del ex diputado local, Faustino “Sexto” Javier Estrada González, tuvo la iniciativa y capacidad de impulsar el crecimiento de Cuernavaca.
Fue en ese entonces, cuando el licenciado Faustino “Tercero” invitó a su amigo Manuel Suárez y Suárez, principal inversionista del “Hotel de México” a adquirir un terreno de 100 mil metros cuadrados, colindantes a los 80 mil metros cuadrados que ocupaba su casa el Buen Retiro, hoy Plaza Cuernavaca con la intención de crear un proyecto juntos, el cual detonaría el turismo nacional y extranjero, debido a que en Estados Unidos existía la prohibición de alcohol y puso a la ciudad de Cuernavaca en el reflector global, naciendo de esta forma el Hotel Casino de la Selva, creado así fuentes de empleo e impuestos para el desarrollo del Estado.
Esta visión alcanzó el terreno cultural de la época, pues Diego Rivera realizó diversos frescos en la Casa del Buen Retiro del licenciado Faustino “Tercero” Crespo, y a su vez David Alfaro Siqueiros hizo los murales que durante muchos años fueron Patrimonio de la Humanidad.
Es por esto, que Faustino “Tercero” tuvo la visión de participar en la construcción de una ciudad inclusiva y progresista en la que todos sean afectuosamente recibidos y con grandes oportunidades de crecimiento.
*Dato curioso: El Casino de la Selva recibe su nombre debido a los varios nacimientos de agua que se encontraban en ese terreno, hoy conocido como Parque Melchor Ocampo.