¿Qué peluche tropa querida? ¿Qué torzón? ¿Qué transita o mejor dicho qué empieza a transitar por sus venas? Con eso de que es "jue-bebes" seguro estoy que muchos ya están calentando gargantas desde hoy. Abusados con excederse en el consumo de "pulmón" (pulque) y peor aún si viajan a la capital de la nube gris, no sea que los acaben "trabando" los "tránsitos", porque allá sí son perros eh.

Aquí en nuestro hermoso terruño como quiera algunos y algunas  la libran porque tristemente todos se escudan en que son amigos de fulano de Abrahám, que trabajan directamente con el gober, o que son hijos de fulanito de tal y entonces se acaban librando de una infracción que, hay que decirlo, el beber briago, compitas lectores, pone en riesgo no solo la vida del que tripula en estado burro su patas de hule sino también la vida de los demás. Así que si chupa no maneje, cuate lector.

¡Buzos caperuzos con el consumo indiscriminado de etílico, carnalitos! ¡neta! desechen "deunavenapa'l atole" ese viejo refrán que aduce que es mejor morir hinchados pa’ no llevar arrugas. Precisamente por el acto de "inflamar" (consumir alcohol) ¡truchas! Además, esto entre otras cosas, sin duda conlleva a la violencia intrafamiliar, este grave problema que arropa a nuestra sociedad. El típico pater familia que acelera a la esposa hasta porque la mosca vuela, pretendiendo desquitar la frustracionsota que carga a cuestas.

Algo que tenemos que entender, cuates lectores, es que definitivamente quien permite el maltrato psicológico o físico es el flamante codependiente ¡no hay otra! Quien permite que le estén dando Monterrey, probablemente tiene un historial de maltrato también de parte de alguno de los siniestros integrantes de la familia "monster". Hay que recordar querido lector que los patrones conductuales vividos durante la niñez se vuelven a repetir. En el caso, por ejemplo, de los hijos de padres maltratadores, podrían desembocar sin duda alguna en el mismo esquema, es decir también tendríamos en el papel estelar a un auténtico y verdadero ogro repitiendo el mismo "sketch" o patrón con sus hijos, o podría suceder todo lo contrario. La otra probable postura, desde luego también con gran carga de inestabilidad emocional, es la "sobreprotección". Cualquiera de los dos menús daña, por ello siempre he comentado sobre la necesidad de encontrar el "término medio". ¡equilibrio brothers! solamente así podremos mantener la sanidad mental de los integrantes de la familia !pirinola!, "peluche", "monster". Bueno, hasta en las mejores familias no se escapa el misógino o mejor dicho "misogétimo" que a los cuatro vientos y para lucirse con el compadre le grita a la pobre doña casi siempre cuando ésta quiere dar su opinión. ¡usted cállese y a las cazuelas y "llénelas de mole porque vino mi compadre".

Imagínese tolerar a tan endemoniado monstruo. ¡Está café! e

La neta, carnales, el punto al que tenemos que llegar como sociedad civil es que además -según mi percepción- deberá trabajar en conjunto y cuanto antes, brothers, antes de que se nos caiga el cantón, sería empezando a sembrar una nueva forma de vida para evitar la metástasis de este pernicioso cáncer social, las familias "enfermas" o quienes ya viven el problema tendrán que buscar ayuda psicológica o jurídica dependiendo del caso, pero el objetivo primordial es empezar a sembrar el beneficio de las futuras generaciones. Ahí se las dejo de tarea y ya me voy porque mi jefe Oscar Davis dice que me voy recio, que escribo mucho y es que la neta me clavo con estos temas, carnalitos. Ahí se las dejo de tarea. Se despide de ustedes su reporñerazo favorito.