¿Qué pachuli mis queridos lectores? Aquí seguimos dándole gas a nuestra calumnia, en donde como siempre ya se la saben, ya se la sandwich.

Usted, cuate lector, es el Ching Wong, usted es el mero mero chipocludo, querido lector, para este que escribe y para toda la banda de el periódico más leído.

Sin duda hablar de felicidad siempre es difícil y peor aun en estos tiempos, en medio de una tenebrosa y asquerosa pandemia donde a diario nos enteramos que fulano de Abraham o que perenganito desgraciadamente se "pelaron de casquete corto" víctimas de este endemoniado bicho.

Difícilmente podríamos filosofar sobre la felicidad en este momento, donde "no nos calienta ni el sol", para "cranear" todo lo  bueno que alguna vez tuvimos.

¡Salud sobre todo! Lo que fuera, una chamba bien remunerada, éxito en nuestro negocio, con la pareja, con nuestros brothers. Aún con todas las vicisitudes propias de la vida, aunque se nos estuviera "cayendo la casa" éramos felices y no nos habíamos dado cuenta.

Qué ironía mis carnalitos, la neta.

¡La vida no es color de rosa, mis brothers! es más, la felicidad es meramente subjetiva, son momentos solamente en la vida de cada valedor, pero ¡porque la desgracia es la que nos invita a reflexionar casi siempre sobre la felicidad!

¡Chale! Qué paradójico!

¿Pero entonces, qué tranza? ¿Qué es en realidad la felicidad?

Hay muchísimas teorías, las más neófitas e inverosímiles para este que escribe, su "tecla favorita", son  aquellas donde la mayoría considera vigorosamente y con "mucha galleta" el aspecto económico como base fundamental para encontrar la felicidad, aunque por ahí la bandera, la conseja populachera, dice  que "las penas con pan son buenas". Otra por ahí dice que "el dinero no es la vida, pero ah como ayuda.

Mucha gente proclama  sin cesar estas frases.. quizá la gente que menos tiene, la gente a la que difícilmente le cae un camarón con frecuencia, a lo mejor porque nunca han tenido riquezas y piensan que una vez teniendo cubiertas las necesidades económicas ya están del otro lado... “¡ya la armé!” grita eufórico el "rey del barrio" cuando le caen unos chelines  o ¿por qué no? la salerosa , la chiquis, la bonita del pueblo cuando le caen unos cuantos morlacos, tristemente ante la confusión de lo que sería la felicidad  ahí andan, como decía mi cabecita de cebolla q.e.p.d., "sacando pito y tambor" por todo el pueblo presumiéndole a todo mundo que "traen con queso las enchiladas".

¡Chale mis brothers, eso no es la felicidad! La felicidad, para su "primera pluma" -¡ahí les va la voladora!- es simplemente por eventos. Así se las corro en cortina. La vida misma nos la regala pero -como lo dije arriba, carnalitos- ni cuenta nos dimos.

Digamos que existen valiosos "momentos de felicidad" que sin duda nos invitarán a valorar más todo lo que tenemos, todo aquello con lo que contamos o no contamos también, porque la vida -¡sí,  la vida!-  está llena de obstáculos que habremos de enfrentar en su momento.

Siempre les he corrido ese "videotape"mis valedores, mi precaria y humilde apreciación, mi amistad muy peculiar y muy mafufa, si usted, quiere pero interesado siempre sobre lo que en realidad significa el ser feliz y creo que para poder conseguir la felicidad de entrada hay que hacer un minucioso y honesto análisis de nuestra forma de ser, que busque resolver con la simple lógica o con el dichoso sentido común (que a veces es el menos común de los sentidos, por cierto) nuestras dudas o los "porqués" de la "infelicidad", que según nosotros cargamos a cuestas. ¡Chale! Pero, bueno, la palabra mágica se llama estabilidad emocional, mis brothers, para poder aceptar lo bueno lo malo y lo peor de la vida misma. Es más, creo que la vida sin estos ingredientes seria aburrida. Imagínense tener ya todo resuelto. Qué flojera, mis valedores, la neta.

El ser humano para sentirse chido consigo mismo tendrá que considerarse útil y productivo en la sociedad que se desarrolle, ¡aqui y en China!

Sobre todo ¿saben qué trampa? El chiste es que sintamos que servimos  de algo, que somos de utilidad para alguien, que tenemos una misión que cumplir en esta vida.

De esta forma la valorización que tengamos de nuestra persona se potencializara, dando como resultado una buena autoestima, una estima estable que sin duda nos ayudará en todos los lares que tengan que ver con nuestro desarrollo humano personal, beneficiando todo: nuestras relaciones interpersonales, relaciones afectivas… en fin.  Se trata ni más ni menos, banda, de tener la suficiente seguridad para ser felices y que esto a su vez nos permita caminar al progreso para poder armarla.

Ahí se las dejo de tarea. Se despide de ustedes su reporñerazo favorito.