Serán nuevos y más complejos, señala en su mensaje a la comunidad universitaria.
Al cierre del año y del semestre, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) ha conseguido superar razonablemente los obstáculos que amenazaban con interrumpir sus actividades esenciales, señaló Gustavo Urquiza Beltrán, rector de la máxima casa de estudios, al considerar que el 2021 impondrá nuevos y más complejos desafíos.
“Los universitarios hemos participado en procesos de aprendizaje acelerados, que han implicado la reorientación de nuestros esquemas habituales, pero al final del día hemos conseguido sobreponernos gradualmente. Es en el ámbito de la adaptación e innovación donde se han producido las expresiones y prácticas de sobrevivencia más significativas en este año que vivimos en riesgo”, señala en su mensaje de fin de año dirigido a la comunidad universitaria.
Reconoció la participación y contribución de todos los universitarios -alumnos, maestros, investigadores, trabajadores administrativos y directivos- en los procesos inéditos que se han presentado durante el año que termina. “No podemos ni debemos bajar la guardia. Los riesgos persisten. Muchas familias están de luto. A todas ellas les expresamos nuestro respeto y acompañamos en su duelo. Los efectos de la crisis sanitaria que se han combinado con la crisis económica, persisten en su gravedad y complejidad”, dijo el rector de la UAEM.
Urquiza Beltrán pidió a la comunidad universitaria mantener en alto el espíritu universitario, abierto a la crítica, al conocimiento científico, sensible ante las diversas manifestaciones personales y sociales en las artes, las humanidades, la tecnología y las prácticas deportivas, “pero sobre todo, mantengamos en alto nuestras expectativas más esperanzadoras sobre el futuro”, puntualiza.
Invitó a los universitarios a continuar con las acciones de prevención, a mantener la sana distancia, a evitar las reuniones sociales de alto riesgo, y en especial a atender los llamados de las instancias científicas y médicas para preservar la salud y la de nuestros seres queridos.
Señaló que la persistencia de la incertidumbre constituye un factor de riesgo que podría prolongar la crisis financiera que sigue lastrando la administración universitaria.