La pandemia los obligó a guardar definitivamente sus unidades, por falta de ingresos para el mantenimiento, afirma Dagoberto Rivera, dirigente de la Federación Auténtica del Transporte.

La emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19 obligó a cerca de 200 concesionarios del transporte público de pasajeros a guardar sus unidades de forma permanente, ante la falta de solvencia económica por pagar su mantenimiento.
En entrevista,  Dagoberto Rivera Jaimes, presidente de la Federación Auténtica del Transporte (FAT) afirmó que los concesionarios del servicio público colectivo se encuentran en números rojos y en la incertidumbre de que su situación financiera pudiera mejorar el próximo año.

"Estamos endeudados. En las refaccionarias nos están presionando para pagar por las piezas que hemos pedido sin poder pagar, porque el servicio no da, no vamos ni al día. Vender las unidades tampoco es una opción, porque no hay quién las compre", declaró.

Rivera Jaimes señaló que los concesionarios que siguen trabajando sus unidades lo hacen con el mínimo de ingresos y debido a la falta de pasajeros, no todos los días trabajan.

"Tenemos ingresos diarios de 500 pesos, y eso nos debe alcanzar para la reparación de las rutas y para llevar alimentos a casa. Por eso muchos han decidido guardar sus rutas de forma permanente", admitió el presidente de la FAT.
Indicó que en la organización que preside son 900 afiliados, y el 20 por ciento ya no se dedica a prestar el servicio público, en tanto la situación financiera en el estado mejore.

Con el cambio de semáforo epidemiológico a naranja en Morelos, Rivera Jaimes advirtió que la situación financiera en el estado empeorará, pues en el caso del transporte público de pasajeros estarán obligados a reducir el número de pasajeros al 50 por ciento de la capacidad de las unidades, "lo que implica menos ingresos de los que ya teníamos", lamentó el líder concesionario.