Tiene como reto principal sanear las finanzas de la universidad.

Al cumplirse ayer tres años del rectorado de Gustavo Urquiza Beltrán en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) el rector consideró que el balance es positivo y que mantiene el compromiso de dejar finanzas sanas en la institución, así como mantener los indicadores de calidad y la conclusión de los edificios dañados por el sismo de 2017. 

Se dijo satisfecho por el trabajo realizado hasta el momento: “si yo sintiera que no estamos avanzando, si nuestra universidad está perdiendo su calidad académica y si las cosas fueran así, no estaría satisfecho. Lo que hemos logrado todos los universitarios ha sido muy positivo. No estoy al cien por ciento satisfecho, sino hasta que nuestra universidad deje de tener los problemas financieros de años debido a los problemas estructurales”. 

Reiteró el compromiso de seguir haciendo la gestión para solicitar recursos extraordinarios para el pago de prestaciones de fin de año y que se reconozca el pago por alumno, al reiterar que mientras en algunas universidades con menores indicadores de calidad que la UAEM el costo por alumno es de hasta 140 mil pesos, en Morelos se asignan 40 mil pesos al año por alumno. 

“Es una desigualdad tremenda y si se reconoce que debemos estar homologados, la universidad dejaría de tener los problemas financieros que ahora registra”, dijo Urquiza Beltrán al anunciar que se mantendrá el esquema de austeridad que ha permitido ahorros para disminuir las deudas y el déficit de años. 

Reconoció la actitud de los trabajadores sindicalizados y de confianza, así como de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos para mantener la calidad y la gobernanza en la institución. 

Respecto de los retos, dijo que son mantener la calidad, tener una universidad con finanzas sanas y seguir impulsando la academia, la investigación y la promoción de la cultura, para seguir siendo una de las diez mejores universidades públicas del país reconocida por su calidad. 

Gustavo Urquiza comento que una de las decisiones difíciles de su administración ha sido la reestructuración académica, que implicó la desaparición de escuelas para configurarlas en sedes, decisión que -dijo- ha sido benéfica para la universidad. 

“El hecho de unificar unidades académicas que geográficamente no estaban muy retiradas y no cuentan con una gran matricula, esta reestructuración administrativa fue a favor dentro del plan de austeridad y ahorro. Dentro del Consejo Universitario se socializó y todos han sido muy conscientes de las medidas que hemos tomado respecto a la austeridad, que son necesarias, (como) la reducción de las contrataciones, la gastos de impresión y de remodelación de oficinas y se tienen frutos para reducir el déficit estructural”. 

Señaló que la intención no es cerrar unidades académicas sino hacer reestructuraciones administrativas e ir creciendo de manera gradual respetando lo que el Consejo Universitario mandat,ó de no abrir nuevos programas académicos sino reestructurarlos. 

El rector de la UAEM dijo que al término de su gestión le gustaría ser recordado como alguien que dejó huella. “Dejar esa huella de que tuvimos una administración donde la prioridad fue nuestra excelencia académica y que hayamos resuelto el problema financiero, para que las administraciones posteriores mantengan la estabilidad y que siga siendo la universidad de las mejores del país y sea reconocida por su parte humanística y cultural”, dijo.