César ha tenido que acudir a los tianguis para vender refrescos.
César García Hernández, dueño de una tienda de dulces y refrescos en la avenida Domingo Diez de Cuernavaca, ha tenido que dejar de surtir su tienda debido a los pocos ingresos obtenidos en los últimos días, ya que las escuelas y oficinas de la zona continúan cerradas debido al covid-19.
“Está muy complicado esto de tener un negocio, ya que no hay gente en las calles. No tengo servicio a domicilio porque no puedo salir de mi negocio debido a que no tengo gente para que se quede en mi local. Lo único bueno es que voy a vender refrescos a los tianguis. Ahí la gente por lo menos compra para desayunar o comer y es lo que me ayuda para poder salir adelante”. Dijo García Hernández.
Sin embargo, César García teme no poder sostener por mucho tiempo su negocio, que por más de 12 años ha mantenido: “este año todavía puedo continuar con mi tienda debido a que tenía unos ahorros de años pasados, pero el siguiente sí lo veo muy complicado, ya que solo lo estoy sobrellevando y no da ganancias como antes de la pandemia”.
Entrevistado por La Unión de Morelos, el comerciante informó que de seguir con esta crisis buscara abrir otro negocio: “yo me dedico al comercio y veo muy complicado buscar un trabajo. A estas alturas prefiero buscar otro negocio y estoy viendo la posibilidad de vender ropa por línea o por tianguis”.