Cerró cuatro meses y ahora no llega la clientela.
Debido a la cancelación de fiestas y reuniones, dulcerías como la de Guadalupe Torres -ubicada en el poblado de Ocotepec- no han podido vender sus productos.
“Apenas hace unos días volví a abrir la dulcería, después de tener cerrado por casi cuatro meses porque no teníamos ventas. Pero se ve que la gente no hace fiestas, porque no vendemos mucho estos días” dijo Guadalupe Torres.
La entrevistada comentó que la mayoría de sus productos han aumentado de precio: “todos los proveedores ya me dijeron que los dulces, los desechables y las cosas para fiestas subieron de precio por todo esto de la pandemia. La verdad que sin ventas y con todos los dulces caros es difícil seguir con el negocio”.
Para la vendedora de dulces el continuar con su negocio es complicado pero indispensable: “últimamente vendemos el 30 por ciento de lo que antes vendíamos. Desde que prohibieron las fiestas nos ha ido mal pero no puedo dedicarme a otra cosa porque tendría que dejar todo lo que he invertido y pues es difícil empezar otra vez. Mi familia depende de esto”.