La demanda de sus servicios apenas es del 20 por ciento de lo que tenían antes de la pandemia.

La Unión de Lustradores de Calzado de la Ciudad de Cuernavaca demandó a la Secretaría de Economía y del Trabajo que reconsidere la petición de otorgar créditos a algunos gremios, como sus afiliados, para recuperarse de las pérdidas ocasionadas por la pandemia de covid- 19 y para sostener a sus familias, pues, aunque reanudaron labores, la demanda de sus servicios apenas llega al 20 por ciento de lo que había antes del coronavirus.  

Alberto Corripio González, presidente de la organización, informó que después de tres meses de suspender labores por la jornada nacional de sana distancia, tuvieron la oportunidad de retomar su trabajo, pero como en el resto de los sectores, no se han estabilizado. “Nosotros consideramos que esta falta de trabajo es a consecuencia de que aún no se reestablecen al cien por ciento las labores en el palacio de gobierno, en el Tribunal Superior de Justicia, y en las escuelas; y también mucha gente ahorita no tiene dinero”.  

Comentó que como presidente de la agrupación solicitó apoyo tanto al gobierno estatal como al ayuntamiento de Cuernavaca, para que les otorgaran créditos. “Yo, personalmente, lo solicité, que nos apoyaran, no para que nos regalaran, sino que nos dieran un pequeño préstamo para cuando esto se volviera a normalizar, pero desgraciadamente no hemos tenido respuesta. Sólo hemos tenido como apoyo algunas despensas con amigos de la organización”.  

La Unión consideró que los créditos que anunció la Secretaría de Economía y del Trabajo por ahora no son viables para las más de 30 familias que viven de este oficio de gran tradición en Cuernavaca, ya que hasta donde tienen entendido, es para negocios establecidos, y como requisito, la dependencia estatal pide que se den de alta en Hacienda como personas físicas, pues el crédito sería personal. Precisó que la unión, como organización, sí está registrada, pero los trabajadores del calzado, en lo individual no, porque sus ingresos son muy bajos.  

El líder no pierde la esperanza de que las autoridades reconsideren la posibilidad de darles un apoyo pequeño, pues gastaron alrededor de 200 pesos en comprar algunos insumos como cubrebocas y plásticos, para cumplir con las medidas sanitarias. Además, gastan dinero cada semana en la compra de gel antibacterial.  

En promedio, los lustradores tenían ente 10 y hasta 15 boleadas en un día. Actualmente sólo tienen una demanda de dos, máximo tres, lo que implica que tienen ingresos brutos por debajo del 30 por ciento con respecto a lo que ganaban antes de la pandemia, de tal manera que siguen trabajando con esperanza, pero requieren apoyo para acelerar su subsistencia.