Verónica espera que la economía repunte cuanto antes, para levantar su negocio de frituras.
Hasta el día de hoy, Verónica Hernández continúa con la incertidumbre de saber cuándo volverá a su vida normal. Ella se dedica a la venta de frituras y palomitas a las afueras del mercado Emiliano Zapata de Cuernavaca (en la colonia Buena Vista) y sus ingresos cayeron drásticamente por la pandemia.
“No veo la hora en que esto se componga, porque las ventas están muy bajas, casi no vendo nada y me preocupa, ya quiero volver a la normalidad” comentó.
La entrevistada expresó su angustia por la falta de trabajo que se vive hoy en día: “lo que me preocupa es que no aguantemos esto, hay veces que solo sacamos lo justo para comer en el día y para surtir algunas cosas. Ni con el trabajo de mi esposo nos alcanza, no podemos buscar otro trabajo porque no hay”.
La comerciante espera que la gente se solidarice con los pequeños negocios: “me gustaría que todos nos apoyen, porque nosotros como comerciantes somos los más afectados, porque de esto vivimos, no tenemos un sueldo seguro y si perdemos nuestro negocio perdemos todo”.