En un recorrido por diferentes paradas de rutas de la zona conurbada de Cuernavaca, se pudo percatar que los asientos destinados para personas discapacitadas son utilizados por cualquier persona, sin que el chofer lo impida.
En algunos casos se cuestionó al operador del porqué no cumplen con la disposición que dio la Dirección General de Transportes y los choferes coincidieron en que no fueron avisados y en ciertos casos afirmaron que no los dejan libres porque ninguna persona con discapacidad intenta subirse a la unidad.
Los operadores reconocieron que los dos asientos primeros de la parte derecha (del lado del volante) están designados para personas en sillas de ruedas; sin embargo, es difícil que alguien que no pueda caminar intente tomar el servicio.
“Si usted ve, nadie discapacitado intenta subirse. Por eso permitimos que las personas se sienten en esos lugares, porque en muchas ocasiones las unidades van llenas y no podemos impedir que la gente quiera sentarse allí”, dijo un operador de la Ruta 11.
Según información del mismo director de Transportes, Francisco Alva Meraz, la disposición fue que a los choferes que no respetaran los asientos para personas discapacitadas serían sancionados, pues es una determinación marcada en el Reglamento de Transportes.
Dicha determinación fue notificada a las autoridades municipales para que por medio de los policías de tránsito se haga valer, pero todo parece indicar que no es así porque ningún operador parece tener la intención de cumplirla.
“No se nos informó y nosotros podríamos cederles el lugar cuando las personas en esa situación quieran subirse, pero mientras nosotros sólo intentamos que los usuarios vayan sentados”, dijo otro conductor de la Ruta 1.
En tanto, en la Dirección General de Transportes se informó que se realizan operativos de supervisión para que los operadores cumplan, aunque con las vacaciones decembrinas dicha labor se descuidó.