Reiteran expertos la necesidad de cuidar la salud física y emocional durante el confinamiento.
Autoridades de salud llamaron a la población a prevenir la obesidad y el sobrepeso en este periodo de resguardo por la pandemia de covid-19, mediante la adopción de un estilo de vida más saludable.
En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2018) el 36.1 por ciento de la población vive con obesidad y el 39.1 por ciento con sobrepeso, lo que se traduce en que siete de cada diez mexicanos sufren alguna de esas enfermedades.
Especialistas señalan que el covid-19 ataca agresivamente a las personas con obesidad, pues se encuentran en el segundo lugar de riesgo, sólo después del rubro que contempla la edad.
Anabel Castillo García, jefa del Departamento de Promoción de la Salud de los Servicios de Salud de Morelos (SSM) informó en conferencia de prensa este martes, que se proyecta que, durante el periodo de sana distancia en casa podrían aumentar los índices de sobrepeso y obesidad en la población y alertó que esto puede suceder especialmente en los niños.
La funcionaria estatal expuso que durante los últimos meses -por la pandemia- los niños y niñas dejaron de ir a la escuela, que implicaba un mayor desgaste de energía por las labores propias de la vida escolar, como los juegos y la educación física, mientras que en casa solo se dedican a actividades como mirar televisión y usar los aparatos digitales que inciden en que pasen mayor tiempo sentados o acostados, sin quemar las calorías que habitualmente usaban en la vida diaria.
Destacó que esta tendencia es igual para jóvenes y adultos, por lo que el riesgo de desarrollar obesidad es latente y éste es un factor directamente asociado con otras enfemedades que complican los casos de coronavirus y que ya se han dado a conocer, como la diabetes y la hipertensión.
Castillo García recomendó que es fundamental que en este periodo de distanciamiento social se cuide la alimentación, con platillos balanceados que no sean de alto contenido calórico.
También destacó la importancia de establecer rutinas familiares en las que de forma conjunta padres e hijos desarrollen actividades como ejercicios, que se pueden realizar en espacios pequeños, en casa, como sentadillas, “lagartijas”, abdominales, saltos en un solo lugar, etcétera.
La recomendación es la activación física diaria por lo menos durante media hora para compensar la reducción de las actividades que eran cotidianas.
De igual manera destacó la importancia de que en los bebés se realicen ejercicios de estimulación temprana.
Sugirió no ver televisión durante más de dos horas al día y seleccionar en ese tiempo programas que sea factible ver en familia.
Planteó que hay otras formas de convivir con los menores, como la lectura, el estudio y los juegos de mesa.
Los especialistas señalan que en este periodo, los padres o tutores deben tratar de ser más estrictos, estableciendo rutinas que ayuden a los niños a organizar sus tiempos de estudio, entretenimiento, actividad física y alimentación, pues de esta manera no solo se cuida y fortalece la salud física, sino también la emocional.