La pandemia por el covid-19 ha dejado grandes afectaciones económicas y pérdidas humanas en algunas las familias, pero en otras reforzó la unión familiar y creó el hábito de ahorrar.

Al respecto, Pedro Luis Martínez, chofer del transporte público desde hace 20 años, afirma que, en su caso, acostumbraba a guardar un poco de dinero, pero lo gastaba pronto porque nunca creyó en el dicho de su abuela, que le decía “ahorra por cualquier cosa”.

Actualmente trabaja como operador en la Ruta 13 y dice que por la contingencia sanitaria sus ingresos disminuyeron en más del 70 por ciento, por lo que el dinero apenas alcanza para comer y aunque quisiera buscar otro empleo difícilmente lo encontraría.

“He platicado con los compañeros y vemos que no todos tenemos el hábito de ahorrar, no hicimos caso cuando nos decían ‘ahorra por cualquier’ cosa y ese ‘cualquier cosa’ llegó; hoy puedo decir que esta situación (es) una de las lecciones que nos ha dejado la pandemia y de valorar más a la familia, porque nos dedicamos tanto al trabajo que nos olvidamos de los demás”.

Lamentablemente, dice Pedro Luis, en los mexicanos no existe la cultura de la prevención, porque hay quienes todavía se niegan a creer en la existencia y propagación del virus, y aunque es entendible que tienen que salir a trabajar, no lo hacen con las medidas básicas de prevención.

Asegura que cuando intentó hacer conciencia entre los pasajeros, al colocar una calcomanía en su unidad con la leyenda “somos mexicanos y somos chingones pero no somos inmortales, ponte el cubrebocas”, personal de la Secretaría de Movilidad y Transportes (SMyT) le ordenó retirar este adhesivo porque era “una ofensa para los pasajeros”.

De la pandemia, dice, aprendió que es importante la convivencia familiar, encontrar el lado bueno de las circunstancias y siempre avanzar con un nuevo propósito y, como dice el dicho “si del cielo te caen limones, aprende a hacer limonada".