En Morelos se reanudará la actividad religiosa hasta estar en semáforo naranja: Herrera López.

La crisis por la pandemia también se refleja en los diferentes templos católicos, en los que por medida sanitaria permanecen suspendidas las celebraciones litúrgicas. En algunos casos las misas se transmiten por internet y continúan con algunos servicios, pero se enfrentan a dificultades para el pago de salarios de los trabajadores, así como de luz, agua y otros servicios. Como alternativa, ofrecen venta de comida o conservas, entre otros productos.

Tal es el caso del “Santuario de nuestra señora de los Milagros” mejor conocido como Tlaltenango, cuyo párroco, José Luis Rosales Gutiérrez, explicó que la iglesia se mantiene por las aportaciones de fieles, ya sea en las misas o en las celebraciones por sacramentos o misas de quince años y otras festividades, como la tradicional feria anual.

El sacerdote comentó que los propios trabajadores de ese templo buscaron una alternativa, por lo que la secretaria, junto con su madre, idearon preparar comida, que venden los fines de semana; los fieles avisan por WhatsApp o por teléfono quiénes pueden apoyar comprando, hacen su pedido y los fines de semana acuden a recoger los alimentos, que compran a precios “muy conservadores”.

La capacidad de esa iniciativa es limitada, ya que los propios trabajadores (cuatro, con la ayuda de la mamá de la secretaria y una amiga de esta) sólo cocinan lo que les encargan; de esta forma han obtenido recursos para cubrir los gastos indispensables.

“Todos sabemos que las comunidades parroquiales viven de la participación del fiel. En estos momentos, como estamos pasando una situación muy complicada, pues una de las consecuencias es la crisis económica; al tener más de cien días al no poder realizar las celebraciones presenciales de los fieles, pues se agrava un poquito la situación económica de la iglesia, pero no es privativa de esta sola parroquia, es una realidad que vivimos en todas las comunidades parroquiales de México”, expuso.

El sacerdote refirió que aceptó la propuesta de los trabajadores para pedir que de esta forma los fieles apoyen para pagar los servicios y sobre todo para no tener que despedir a los empleados, porque ellos también son madres y padres de familia.

“Se hace la convocatoria de quién quiere ayudar y preparamos únicamente lo que nos encargan, para que no se nos quede aquí la comida, porque hemos obtenido recursos sólo para cubrir los gastos indispensables”.

El párroco subrayó que han recibido la indicación del obispado en el sentido de que se acatarán las indicaciones de las autoridades correspondientes, por lo que no se abrirán los templos hasta que el semáforo de contingencia de salud así lo establezca; además se ha dado a conocer que seguirán los protocolos de higiene y sanidad, para cuidar la salud de la población.

Los centros religiosos abrirán de forma limitada hasta que el semáforo esté en naranja

Este miércoles, el director general de Asuntos Religiosos, Luis Héctor Herrera López, recordó que Morelos se ceñirá al semáforo de alerta de contingencia por covid-19 establecido por el gobierno federal.

Por lo tanto, las actividades de culto religioso podrán reanudarse como parte del proceso de retorno a la nueva normalidad hasta que esté el color naranja, y sólo con la asistencia de un 25 por ciento de capacidad de los templos.

Apuntó que el retorno será de manera gradual, ordenada y cauta con la feligresía y se deberá cumplir con las medidas de salud en todas las iglesias, agrupaciones y asociaciones religiosas.

“Luis Héctor Herrera enfatizó a ser (sic) corresponsables con las medidas que los gobiernos federal y estatal han emitido y que éstas, ya se encuentran publicadas en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad”, para que puedan ser consultadas en el ejemplar 5835” informó de manera adicional, el gobierno del estado a través de un comunicado.

Algunas de las medidas que se deberán seguir en la nueva normalidad son: “el tener filtros en la entrada de cada iglesia con termómetro, todos deberán portar cubrebocas, el uso de gel antibacterial y charola con cloro, además sanitizar el espacio de culto antes y después de cada reunión, habilitar un acceso para entrada y otro para salida”.

 También “deberán mantener ventilado el lugar, la sana distancia entre los congregantes, evitar el contacto físico, no abrazarse ni saludarse de mano o beso, al estornudar o toser utilizar la parte interna del codo para cubrirse y evitar el compartir micrófono o instrumentos musicales y sanitizarlos de manera frecuente y los sanitarios deberán contar con agua y jabón suficiente y toallas desechables.

El funcionario estatal precisó que dentro de las medidas de seguridad se sugiere a las personas mayores de 65 años o que tengan enfermedad crónica no asistan al servicio religioso y se mantengan resguardados en casa”.