Mi primer trabajo cuando salí de la carrera fue como maestro, daba cursos de preparatoria abierta y capacitaciones para hacer el examen de ingreso a nivel medio y superior. Aunque tuve grupos de adultos mayores, el grueso de mis alumnos eran adolescentes.
Estuve ahí un año y medio, la pasé bien y aprendí mucho. Tenía solo 23 años y me llevaba bien con la juventud que me rodeaba, algunos profes decían que era por mi edad, pero no tenía la perspectiva para saberlo.
recibí ofertas por trabajar en diferentes lugares, como La Salle, donde daba cursos de redacción y ensayo a estudiantes nuevos de licenciatura, es decir, adolescentes. También fui al CUAM a suplir un maestro y luego me quedé otro ciclo escolar. Pura adolescencia de secundaria y preparatoria.
Más tarde comencé a dar pláticas y a hacer presentaciones con adolescentes, en escuelas u otros foros. Incluso llegué a participar en la Feria del Libro Infantil y Juvenil en la CDMX.
Los adolescentes, pues vinieron a mí, en vez de yo a ellos, eso me pareció un buen tiempo. Como sea, siempre me he conectado o comunicado bien con ellos, no me parecen extraños, puedo comprenderlos y me caen muy bien, incluso ahora que tengo 40 años.
Ya en Querétaro, en 2013 busqué trabajo en el Tec Milenio, en preparatoria, donde estuve tres semestres. Ahora me enfrentaba a una nueva realidad y a una época diferente, pero me fue bien y me llevé de maravilla con la mayoría de mis alumnos. Además de clases, daba un taller literario que tuvo buenos resultados.
Luego llegó Montessori a mi vida, bueno, no fue tan así, pero como maestro sí era mi primera experiencia en ese método. Mi hija fue a escuelas del tipo alternativas, entre ellas Montessori, por lo mismo yo había leído algo sobre el sistema y sus particularidades. Siempre acudí a las charlas para papás, los círculos de lectura o la biblioteca escolar, donde pude aprender sobre Waldorf, Montessori y otros tipos de escuelas más humanas, pero sobre todo más afines a mi forma de ser persona, maestro y padre, con enfoque humanista.
Recibí entonces la invitación para ser el coordinador de una secundaria Montessori que se abriría pronto, como una extensión de la primaria que ya existía. Tomé el curso Orientation to Adolescents Studies en 2015, en la Hersey Montessori School, en Ohio, EUA, con una duración de 35 días y kilómetros de lecturas.
Estuve en dos escuelas Montessori, luego fui a otra escuela particular como coordinador de Español de sexto de primaria a tercero de preparatoria. Fue una época muy interesante, pues asistía o daba clases en siete grados diferentes, con puros adolescentes. Ahí sí encontré alumnos con los que no empaticé mucho y también de eso obtuve algún aprendizaje.
Mi labor docente duró 14 años, por casualidad o no sé por qué tuve contacto con muchos adolescentes, entre 12 y 20 años, a quienes algo enseñé y con quienes compartí muchas experiencias. Varios de mis libros hablan, metafóricamente, de estas experiencias.
Renuncié a la docencia escolarizada hace tres años. Fue una buena decisión, porque a pesar de que eso garantizaba un ingreso y cierta satisfacción personal, en realidad debía volver a dedicarme a la escritura con mucho más tiempo y dedicación. Los resultados han sido muy buenos, pero quiero dejar testimonio de una época y un oficio tan noble y esforzado como lo es la docencia, que siempre ejercí con vocación y apasionado.
Por eso, me he propuesto escribir tres libros sobre el tema: el primero ya está a la venta, es Levantando el vuelo, apuntes sobre educación Montessori con adolescentes, donde expongo mi aprendizaje de dicho enfoque en 154 páginas, pero también mi visión personal. Si te interesa adquirirlo, puedes escribirme a: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
Otros dos proyectos que aún estoy desarrollando son mis Memorias de un joven maestro y uno más sobre consejos para resolver problemas en la escuela y el hogar. Espero terminar estos en un par de años y que sean de utilidad para aquellos que lleguen a leerlos.
Les mando abrazos librescos en esta temporada tan complicada.