El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) liberó en los últimos 3 años 15 variedades de trigo para combatir enfermedades e incrementar rendimiento en la producción.
De acuerdo con el titular del Programa Nacional e Investigación de Trigo y Avena del Instituto, Héctor Villaseñor Mir, con la mejora continua de variedades se logra incrementar la producción de estos cultivos y se reduce el uso de pesticidas nocivos para el medio ambiente.
Este proceso se realiza para incrementar la producción de más de 860 mil hectáreas que se siembran en el país y proteger al cultivo de enfermedades mediante el control genético de las plagas.
Sostuvo que otro de los objetivos es generar nuevas variedades que requieran menos insumos como agua, fertilizantes y que no necesiten plaguicidas para el control de enfermedades.
“En los últimos tres años se han liberado unas 15 variedades, para el noroeste 10 de trigos harineros y macarroneros, se han liberado para la región del Bajío, que es una zona importante, dos variedades de trigo suave; y se han liberado para el norte del país tres variedades de gluten fuerte y otras dos para temporal”, detalló.
Las características principales de las nuevas variedades son alto rendimiento y resistencia a enfermedades como la roya, que es un hongo que crece en el trigo y continuamente cambia y ataca el desarrollo de las plantas; y lo que se busca es controlarlo genéticamente.
Villaseñor Mir agregó que se trabaja en la siembra de trigo cristalino para el control genético de la roya, en sus tres variantes, de tallo, amarilla y de hoja; además con esta variedad se busca erradicar otras enfermedades en zonas de temporal.
En México, explicó, se cultivan 30 a 40 variedades de trigo, disponibles en el mercado, sin embargo con el tiempo van perdiendo sus propiedades por lo que es necesario liberar anualmente entre tres y cuatro nuevas con el objetivo de sustituir a las obsoletas.
Cabe señalar que, de acuerdo con estadísticas del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), durante 2009 en México se produjeron 4 millones 116 mil 161 toneladas de trigo en grano con un valor comercial superior a 11 mil 900 millones de pesos.
En el caso de la avena, indicó, el objetivo también es tener control genético de plagas mediante nuevas variedades, obtener alto rendimiento, que sea tolerante a sequía y se mejore la calidad del forraje.
“Las más recientes tienen la tendencia a tener mayor cantidad de grano por kilo de forraje, eso automáticamente da mejoras en la calidad del forraje. El compromiso es generar 20 nuevas variedades en los próximos cinco años”, puntualizó.
Datos estadísticos del SIAP señalan que en 2009 de avena forrajera la producción se ubicó en 10 millones 600 mil 470 toneladas, con un valor comercial estimado en 3 mil 612 millones de pesos.