El Centro Estatal de Emergencias y Contingencias Ambientales (CEECA) de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) continuará con las acciones de prevención en conjunto con el sector federal ambiental, la Coordinación Estatal de Protección Civil Morelos (CEPCM) y los municipios en materia de liquidación de incendios forestales de manera oportuna y eficaz, siempre apegados a las recomendaciones sanitarias de la actual pandemia por el coronavirus covid-19.

Lo anterior, ante el Pronóstico para la Temporada de Incendios Forestales 2020  para los meses de abril, mayo y junio emitido por la Coordinación General de Conservación y Restauración del Manejo del Fuego de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), el cual indica que para lo que resta de abril gran parte del territorio nacional presentará condiciones de precipitación por debajo de la media.

Así como temperaturas por arriba del promedio, lo que puede provocar una aceleración en la predisposición de los combustibles e incendios más intensos y severos en el país.

Dicho estudio refiere que el comportamiento del fuego depende de los combustibles forestales, la topografía y el tiempo atmosférico, siendo este último el más fluctuante y mismo que impacta en gran medida en la problemática de Incendios Forestales a nivel nacional y mundial. 

En este sentido, precisó que el calentamiento global y los cambios en los patrones de lluvias y sequías influyen en el comportamiento del fuego, y que para la semana que resta de abril se espera un acumulado de 16.2 mm que representa un 4.1 por ciento por debajo del promedio mensual, lo que significan pocas lluvias.

En esta temporada de incendios forestales, en Morelos se tiene registro de 94 incendios con una afectación de mil 346 hectáreas en los municipios de Huitzilac, Tepoztlán, Tlalnepantla, Emiliano Zapata, Cuernavaca, Yautepec, Tlayacapan, Xochitepec, Atlatlahucan y Temixco; donde las actividades agrícolas es la principal causa de las conflagraciones. 

La SDS reitera el llamado a la población de quedarse en casa para mitigar riesgos de contagio o propagación del covid-19, así como a evitar incendios forestales, ya que las partículas del humo afectan el sistema inmunológico de población vulnerable como personas mayores, embarazadas y niños.