Roberto Martínez produce alrededor de 120 pares de calzado y da trabajo a más de 15 familias.
Roberto Martínez Isidro lleva toda su vida dedicado a la industria del calzado, ya que fue la única herencia de su padre. Actualmente sobrevive gracias a su taller ubicado en la colonia Adolfo López Mateos, Cuernavaca, donde produce alrededor de 120 pares de zapatos y da trabajo a más de 15 familias.
A partir del cierre de su taller, sus ventas han disminuido un 95 por ciento, lo que ha forzado a sus trabajadores a descansar para prevenir un posible contagio por coronavirus.
“El taller ha dejado de producir y eso afecta a mi familia y a la de mis trabajadores, debido a que era nuestro único ingreso”.
Martínez Isidro teme por un posible cierre total de su negocio, ya que los pagos de servicios se avecinan y no hay suficiente dinero para poder liquidarlos.
Espera que las autoridades, tanto federales como estatales, apoyen al microempresario durante la alerta sanitaria: “espero que el gobierno me apoye con préstamos económicos para poder salvar mi negocio, ya que no hay ventas ni producción de calzado”.
El dueño del taller invitó a la sociedad a que haga conciencia y que apoye consumiendo productos elaborados en el estado, para rescatar al pequeño emprendedor. “Espero que la sociedad nos apoye comprando con los productores morelenses, para poder activar la economía local y no pierda el negocio que lleva años en nuestra familia”.