Cada año se lleva a cabo el afamado premio pritzker, el mayor galardón que existe en la profesión de la arquitectura. El premio pritzker es el equivalente al “nobel de arquitectura”, fue ideado a mediados de los años setenta por Carleton Smith (1908-1984), un empresario, director de la National Arts Foundation y fue hasta 1979 que en conjunto con los dueños de la cadena de los famosos hoteles Hyatt, Jay y Cindy Pritzker crearon un galardón que premia la creatividad, funcionalidad y calidad de las obras arquitectónicas, tratando de generar conciencia sobre la importancia de la arquitectura y los arquitectos.
Por lo tanto me es acorde escribir acerca de este ya que, el pasado 3 de marzo de 2020 se celebró la entrega número 43, el cual fue otorgado por primera vez en la historia a dos mujeres irlandesas, Yvonne Farrell y Shelley McNamara, que en colaboración desarrollan su trabajo a través de su despacho llamado “Grafton architects”.
Según Martha Thorne, directora ejecutiva de este premio, sus obras han sido destacadas por el jurado por su sentido de pertenencia, la contribución que hacen a la comunidad, a la ciudad, al país donde se emplazan, también por la belleza y riqueza de sus interiores donde la luz penetra y entregan un gran nivel de confort a los usuarios que van habitar sus edificios.
La decisión del jurado no pudo tener mejor elección, en un momento histórico donde por primera vez se rompen esquemas, creando nuevos tiempos de revolución que alzan la voz para dar un mensaje claro y conciso, la mujer. Galardonar a dos mujeres en medio de un debate mundial sobre el posicionamiento de la mujer en la sociedad y la reivindicación de los derechos de las mujeres marca la pauta para reestablecernos como sociedad, de combatir el machismo y tener una igualdad sustantiva, especialmente en la arquitectura que en pleno siglo XXI aún se visualiza como una disciplina machista.
Finalmente, pritzker nos lanza un mensaje, entender la perspectiva de género, de cambiar las situaciones de desigualdad y forjar una nueva identidad para la profesión enfocada a una arquitectura más humana, sensible y equitativa.