Con el inicio del año nuevo y el retorno a las actividades habituales suele aumentar el número de personas que desean bajar de peso, por lo que autoridades de salud alertaron sobre los riesgos que implican las dietas y la obesidad.

Especialistas en nutrición estiman que al menos un 30 por ciento de la población busca mejorar sus hábitos alimenticios en estas fechas y es común que se sometan a regímenes sin supervisión médica, lo que implica un alto riesgo.

Según el coordinador de la Clínica de Atención Integral al Paciente con Diabetes y Obesidad en el Hospital General de México adscrito a la Secretaría de Salud, Adolfo Alejandro Velazco Medina, la alimentación balanceada, reducir el consumo de productos industrializados e incrementar el de alimentos de origen mexicano como el maíz, nopales, quelites y otros, además de realizar actividad física desde la infancia, permiten el control del peso corporal.

Otro de los factores esenciales en el cuidado personal, son los horarios: “es muy importante el orden en los horarios de comida, el consumo de alimentos preparados en casa con medidas de higiene apropiadas, evitar los ayunos prolongados”.

Las autoridades sanitarias alertaron que para mantener una buena condición de salud es necesario evitar el consumo de tabaco y alcohol.

El coordinador de dicha clínica comentó que, “el problema de sobrepeso u obesidad puede ser consecuencia de la adicción a los carbohidratos y grasas, muchas veces como una reacción patológica para disminuir los problemas de ansiedad del individuo”.

Otra causa son los hábitos y costumbres en casa, ya que desde la infancia se siguen patrones familiares, por lo tanto, si un adulto tiene una alimentación inadecuada o lleva una vida sedentaria, el menor puede repetir esas conductas que contribuyen a la obesidad.

La obesidad también puede ser hereditaria genéticamente y para controlarla es necesario poner en práctica conductas sanas, evitar adicciones, preparar comida balanceada, respetar los horarios del desayuno, comida y cena, de acuerdo con las necesidades de cada persona.

Cabe destacar que los especialistas identifican formalmente la relación que tiene la salud física con la emocional: “esta enfermedad afecta la salud física y mental, al ser causa de acoso o maltrato psicológico o verbal de forma reiterada por el aspecto físico de quien la padece. Además, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes”.

“Tanto los ayunos de más de ocho horas como los atracones están asociados con la ganancia de peso, ya que después de un ayuno, el organismo aprovecha todo lo que se consume como reserva energética; en tanto que la ingesta excesiva de alimentos hipercalóricos combinado con el sedentarismo ocasiona que el organismo no alcance a eliminar la cantidad de calorías ingeridas, por lo que éstas se acumulan y generan obesidad, agregó.

La obesidad, dijo el especialista, puede ocasionar diabetes mellitus, síndrome metabólico, hipertensión arterial sistémica, hígado graso, daño articular que limita las actividades físicas y problemas de fertilidad”.

Cabe mencionar que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, el porcentaje de adultos de 20 años y más con sobrepeso y obesidad es de 75.2 por ciento; mientras que, en 2012, el porcentaje fue de 71.3 por ciento.