La comunidad indígena de Tetlama, en el municipio de Temixco, se encuentra a la espera de que el proyecto minero cercano a su territorio comience a operar para que sus habitantes dispongan de una fuente de empleos que, por primera vez en su historia, no sea el campo ola albañilería.

A pesar de ser parte de Temixco, un municipio considerado ciudad dormitorio de Cuernavaca, la citada población se ubica en una zona alejada de las principales rutas carreteras de la entidad, pues su acceso a la capital de Morelos es desde la zona poniente -hay que viajar primero hacia Alpuyeca y de allí a la capital) lo que requiere largo tiempo de traslado.

Sin sistemas de riego en la región, los vecinos solo pueden practicar la agricultura de temporal, aunque en los últimos años la variabilidad de las lluvias los ha perjudicado, por lo que la posibilidad de obtener ocupación estable cerca de su comunidad ha creado enormes expectativas desde que se dio a conocer el proyecto que Esperanza Silver anunció y que ofrece la posibilidad de la llegada de hasta 500 empleos, para los habitantes de la región, principalmente Tetlama.

Actualmente los vecinos, con pocas posibilidades de acceso a la educación, se trasladan por las mañanas a la zona metropolitana de Cuernavaca, los hombres para emplearse principalmente como albañiles y las mujeres en el comercio en los alrededores del mercado López Mateos de la capital.

Por lo anterior, la parte de los habitantes favorables al pronto inicio de la operación del proyecto minero (la totalidad de los comuneros y más de un millar de vecinos) comienza a presionar a las autoridades para que aceleren las actividades encaminadas a la explotación de los recursos minerales de la zona, hoy inaccesibles.