Alrededor de una centena de trabajadores administrativos del penal de Atlacholoaya (denominado oficialmente Centro de Reinserción Social “Morelos”) realizaron un paro de labores en demanda de aumento salarial y condiciones de seguridad para desempeñar sus labores, porque -aseguraron- hay un grupo de reos de mantiene el control del penal.
Señalaron que después del amotinamiento y el enfrentamiento entre grupos antagónicos al interior del penal que dejó un saldo de siete muertos, ni la Guardia Nacional ni la Policía Federal y estatal han logrado ingresar, salvo los custodios.
A las afueras del centro penitenciario, los trabajadores expresaron su preocupación por la falta de garantías de seguridad para laborar y esperaron por varias horas a que el secretario de Gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas o algun funcionario de alto nivel asumiera oficialmente el compromiso de mejorar sus salarios y condiciones de trabajo.
“Hay riesgos de que nos tomen también como rehenes, ya que hay ciertas riñas que todavía no han parado, que todavía continúan, entonces nosotros no tenemos todavía una garantía de seguridad”, dijo un trabajador, al recordar que la semana pasada los propios custodios fueron tomados como rehenes.
Afirmaron que las circunstancias en las cuales laboran los custodios son de incertidumbre, ya que de los 60 que hay por turno, sólo 40 están dentro del penal y el resto realiza traslados o se encuentra en el área perimetral.
También pidieron la salida de Jorge Israel Ponce de León Borquez, coordinador del Sistema Penitenciario, a quien señalaron como uno de los responsables de las vejaciones contra los internos y que fue una de las razones que provocaron los amotinamientos y enfrentamientos de la semana pasada.
Los trabajadores decidieron no ingresar a su área de labores, pero sí checaron su entrada, y esperan una respuesta oficial sobre sus dos principales demandas. Por lo pronto, señalaron, el fin de semana hubo una tregua para que pudiera desarrollarse la visita familiar, pero la situación sigue igual.