Al menos uno de cada cuatro mexicanos lo ha padecido alguna vez, aseguran estudios oficiales; la depresión es una de las enfermedades más comunes en el país.
Uno de cada cuatro mexicanos, de entre 18 y 65 años, ha padecido en algún momento de su vida un trastorno mental, pero solo uno de cada cinco de los que lo padecen recibe tratamiento. La depresión es una de las enfermedades más comunes en el país, de acuerdo con información dada a conocer por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la cual refiere datos del Instituto Nacional de Salud Pública.
El suicidio está catalogado como la segunda causa de muerte en el grupo de personas de 15 a 29 años. En México, la tasa de casos de depresión entre los años 2014-2017 aumentó aproximadamente un 36 por ciento, con un total de 203 casos reportados el 2017 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Este 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, por lo que varias instituciones han acordado trabajar en un esfuerzo coordinado y lanzaron la campaña que lleva por lema “Unamos esfuerzos para prevenir el suicidio”.
Por ello, la Secretaría de Salud federal emitió un comunicado conjunto con el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) a través del cual se dan a conocer datos sobre este problema considerado de salud pública.
El objetivo, indica el citado documento, es “concientizar a la población sobre la importancia de la prevención y atención de los padecimientos mentales, ya que, debido al desconocimiento y mitos en torno a este problema de salud, las personas afectadas tardan hasta 10 años en recibir atención especializada, lo que merma su calidad de vida”.
Por su lado la UNAM y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) han trabajado en la elaboración y difusión de estudios en torno a la salud mental y en particular afecciones tales como la depresión que es una de las enfermedades más comunes en el país.
Los especialistas señalan que dicho tipo de padecimientos, se pueden presentar en cualquier etapa de la vida y los más frecuentes son: la depresión, ansiedad, esquizofrenia y trastorno límite de personalidad.
Todos los trastornos antes mencionados, son controlables con tratamiento médico adecuado, que se puede otorgar en los diferentes hospitales e institutos de alta especialidad, los cuales cuentan con servicios de atención psicológica y psiquiátrica para la población que lo requiera.
“De acuerdo con un estudio realizado por especialistas del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, uno de cada cuatro mexicanos, (de) entre 18 y 65 años, ha padecido en algún momento de su vida un trastorno mental, pero solo uno de cada cinco, de los que lo padecen recibe tratamiento. Entre las enfermedades mentales más comunes está la depresión, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima”.
Según la Secretaría de Salud, la atención mental se brinda a la población, tanto a la que cuenta con seguridad social como la que no. Esta última se brinda a través del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM), el Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro, los hospitales psiquiátricos Fray Bernardino Álvarez y Samuel Ramírez Moreno, así como los tres Centros Comunitarios de Salud Mental (Cecosam).
En el caso de los especialistas del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, se realizan actividades de fomento a la salud mental en escuelas, mercados y casas de la tercera edad, “con trato respetuoso y humanitario para identificar oportunamente, con el apoyo de profesores y empleados, a quienes tengan algún trastorno mental o adicción y brindarle la atención médica que requiere”.
El IMSS informó en dicho documento que “para combatir las enfermedades mentales y las adicciones, se basa en el fortalecimiento de sus acciones de promoción de la salud y de prevención, a través del PrevenIMSS, programa insignia que implementa estrategias dirigidas a cada grupo de edad.
En lo que va del 2019 a través de JuvenIMSS, se han capacitado a más de 123 mil jóvenes en la identificación oportuna, prevención de adicciones, depresión y ansiedad, principales enfermedades que aquejan a este sector”.
Para diagnosticar, atender y prevenir oportunamente trastornos mentales asociados con la violencia física y familiar, así como el tabaquismo, alcoholismo y consumo de drogas, el IMSS inició la capacitación de 17 mil médicos adscritos a las Unidades de Medicina Familiar (UMF) para atender estos padecimientos.
“El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), trabaja en contener el avance de las enfermedades mentales y sus complicaciones y en lo que va de 2019 la Subdirección de Prevención y Protección a la Salud del Instituto realizó 688 mil 371 acciones educativas e informativas en unidades médicas de primer nivel, así como 75 campañas nacionales para promover la prevención de las principales patologías mentales” apunta el comunicado.
Según las cifras del ISSSTE, ha otorgado 92 mil 700 consultas para atención de este tipo de padecimientos en mil 22 unidades médicas de primer nivel, con el objetivo de atender las principales afectaciones mentales y del comportamiento en los derechohabientes, como son los trastornos del estrés y del humor (depresivos, maniacos o bipolares) y el síndrome del comportamiento asociado con alteraciones fisiológicas y físicas.
“Las acciones preventivas del organismo están encaminadas a evitar y disminuir los años de vida con discapacidad (AVD) asociada a depresión mayor, que en México es el primer motivo de discapacidad en la población femenina y el segundo en la masculina”.
A través de las instancias de divulgación, la UNAM refirió que de acuerdo con el académico de la Facultad de Psicología Francisco Martínez León, sólo hay un psicólogo por cada 300 mil habitantes.
Además, el mexicano no asiste a servicios como terapias, debido a una cultura en la que ir al psicólogo no está bien visto, y se acude con un sacerdote para tratar problemas o temas que lo afectan anímicamente. “Hay una parte de la sociedad que cree que van al psicólogo sólo los que están locos” declaró Martínez León.
Considero que, por cuestiones culturales, no hay una psicoeducación: “Vas al doctor cuando te duele una muela, vas a cientos de especialistas en la parte médica, pero cuando te duelen las emociones no acudes con nadie. Se lo cuentas a amigos o a tu pareja, pero realmente no se atiende la parte de la salud mental”
El experto opinó que es necesaria la existencia de programas y escuelas para padres con el fin de detectar comportamientos que no son saludables en sus hijos para recibir una atención psicológica adecuada.
Raúl Ramírez Pérez, especializado en temas de suicidio y egresado de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, expone que, “de acuerdo con su experiencia, en el intento de suicidio intervienen dos grandes factores: la salud mental y la familia. El segundo factor es vital, pues la familia debe ser consciente de la importancia de un tratamiento adecuado para el paciente. Además, apuntó que: “no existen campañas adecuadas o que sean más notorias en cuanto a la salud mental, que se deberían de generar desde el jardín de niños, primarias y secundarias”.